Dos nuevos Chopard Alpine Eagle, con fotos en vivo y precios
Dos excelentes variaciones de una gran colección
Dentro del superpoblado ecosistema de relojes deportivos de acero con brazalete integrado, comandado por el Nautilus de Patek y el Royal Oak de Audemars Piguet, en mi opinión los Alpine Eagle de Chopard están en lo más alto en cuanto a ejecución y mecánica. Se lanzaron en 2019 y tienen unas características que los hace destacar por encima de otras ofertas del mercado, como veremos más adelante.
Vamos a ver primero el modelo más tradicional, por así decir.
CHOPARD ALPINE EAGLE 41 XPS
La caja del Alpine Eagle 41 XPS tiene una forma familiar, flancos distintivos y un bisel con ocho tornillos funcionales (es decir, no decorativos sino esenciales para mantener la hermeticidad) y una corona grabada. Para conseguir unas proporciones equilibradas en consonancia con el perfil estilizado, los laterales del bisel se han estrechado ligeramente, de modo que la esfera parece más grande. La caja está fabricada en acero Lucent A223.
LUCENT: UN ACERO FUERA DE LO NORMAL
Siguiendo con la idea de sostenibilidad de la casa, para el Chopard Alpine Eagle se utiliza acero reciclado cuyos sobrantes de producción son, a su vez, reciclados. Pero además el acero se funde y se cuela dos veces, con lo que el acero mejora en todos los aspectos: en primer lugar es mucho más duro que el acero normal, pasando de 150 vickers del acero habitual a 225 vickers. En segundo se vuelve completamente hipoalergénico lo que, en un mundo cada vez más sensible, es algo a tener muy en cuenta (aunque es cierto que el acero 316 ya es casi universalmente usado y es también hipoalergénico).
Pero -y esto es lo que más llama la atención- el segundo colado trae consigo un brillo especial e intenso. Un acero que brille mucho puede destrozar el aspecto de un reloj, abaratándolo. En manos de un experimentado joyero y relojero como Chopard se ha convertido un reloj espectacular, extraordinariamente atractivo, que evita la necesidad de hacer un modelo en oro blanco porque el acero Lucent ofrece todas sus virtudes (pero no el precio, claro).
BRAZALETE EXCEPCIONAL
El Chopard Alpine Eagle alterna superficies pulidas y satinadas a la perfección, pero donde de verdad asombra este tratamiento es en el brazalete, de nueva construcción. Ya he dicho en numerosas ocasiones que hacer un brazalete es realmente complicado por las altas posibilidades de que salga muy parecido a otro: o es un Oyster, o se parece mucho al del Nautilus o al del Royal Oak… En el caso del brazalete del Chopard Alpine Eagle esto no ocurre en absoluto. Quizá haya reminiscencias del brazalete del Vacheron Constantin Overseas original, pero la sensación es de absoluta novedad, y de excelente trabajo artesano.
Tuve la posibilidad de ver cómo se fabrica y es admirable. Todo se ensambla, se cepilla y se pule a mano. Yo conté 12 personas empleadas en la fabricación del brazalete realizando una función distinta cada una, sin contar el proceso industrial de obtención de cada pieza.
El brazalete consta de tres eslabones. Los impares están satinados en el frontal, pero los cantos están biselados y pulidos para reflejar la luz (¡y vaya si lo hacen!). En la parte central se integra otro eslabón, cuadrado, biselado en los lados y perfectamente pulido, lo que crea un contraste elegante con los satinados. El conjunto es sin duda muy elegante, pero sin perder el carácter deportivo. De hecho la impresión a primera vista es la de una pieza sólida, potente.
Por último, el cierre plegable, con dos pulsadores de mariposa, está perfectamente integrado en el conjunto.
Estas características se repiten en todas las versiones de los Chopard Alpine Eagle, que, a parte de los tamaños y decoraciones de mujer, incluyen los cronógrafos y un tourbillon volante y, por supuesto, todos los tres agujas y fecha.
La esfera está texturizada, estampada con un motivo radiante, en lo que la marca denomina «Monte Rosa», en referencia al macizo montañoso que se encuentra en las regiones italianas del Piamonte y el Valle de Aosta y en el cantón de Valais de Suiza. Así es un atardecer de septiembre allí (sin filtros ni nada):
La esfera es muy llamativa y a la vez muy armoniosa, con los índices aplicados de oro blanco y las agujas de horas y minutos de oro blanco rellenas de Super-LumiNova. La subesfera del pequeño segundero a las 6 horas es plana pero de color uniforme con el resto de la superficie de la esfera, y presenta marcas negras para la pista del pequeño segundero.
El movimiento que contribuye a la caja extraplana es un L.U.C 96.40-L automático; sólo mide 3,30 mm de alto. Sin embargo, tiene dos barriletes apilados para garantizar 65 horas de reserva de marcha, a los que da cuerda un microrrotor de oro descentrado (en mi opinión, el más bonito del mercado).
Este calibre está decorado con Côtes de Genève en los puentes, con otros componentes acabados para satisfacer los requisitos del Punzón de Ginebra (por ejemplo, estar decorados a mano por los dos lados). El Alpine Eagle 41 XPS lleva esta marca de calidad en el fondo de la caja y en el puente principal. El movimiento está certificado por el COSC, y la indicación de cronómetro está situada bajo el logotipo de Chopard en la esfera.
Su precio es de 24.400 euros.
CHOPARD ALPINE EAGLE CADENCE 8HF TITANIUM
En realidad este modelo no es una novedad como tal, porque ya apareció una primera versión en 2021. Pero sí merece la pena recordar sus características.
Al igual que la edición de 2021, Chopard presenta otro cronómetro de 41 mm con una modesta altura de 9,75 mm y las propiedades robustas y ligeras asociadas al titanio. Mientras que la mayoría de los relojes Alpine Eagle se fabrican en acero Lucent o en oro ético, los modelos Cadence 8HF se producen en titanio, de color más oscuro.
Los acabados están en línea con otros modelos, mostrando un bisel satinado, el centro de la caja y los eslabones del brazalete y la pared vertical del bisel pulidos, eslabones centrales de la caja y los ocho tornillos del bisel. La corona atornillada de 7 mm con rosa de los vientos grabada, a salvo gracias a los protectores, garantiza la hermeticidad de 100 metros de la caja.
La esfera negra está estampada con un motivo estriado irregular, inspirado en el ojo de un águila (de ahí el nombre del reloj). El color negro intenso de la esfera contrasta con los elementos aplicados. A diferencia de otros modelos Chopard Alpine Eagle, este modelo prescinde de los números romanos en III, VI y IX y utiliza sólo uno en XII, consolidando así un aspecto más deportivo. Los índices aplicados y las agujas tipo bastón están tratados con Super-LumiNova Grado X1 (como en la esfera de su compañero de artículo), y hay una ventana de fecha situada a las 4:30 con fondo negro y números blancos.
Otra diferencia es el minutero graduado con marcas blancas y naranjas alternas, a juego con el segundero central naranja. Éste tiene un contrapeso en forma de pluma y la flecha ondulada que representa el movimiento de alta frecuencia que impulsa el reloj.
CALIBRE DE ALTA FRECUENCIA
El calibre 01.12-C late a una frecuencia de 8 Hercios, el doble de los mejores automáticos y tres hercios más de los que ya se consideran alta frecuencia. Su precisión, además, está certificada por el laboratorio COSC. El zafiro transparente del fondo de la caja permite ver el movimiento automático con rotor central y una reserva de marcha de 60 horas.
El uso de silicio monocristalino para los componentes sometidos a alta fricción -paletas del áncora, rueda de escape y elipse- elimina la necesidad de lubricantes y mejora la longevidad del movimiento.
La rueda de escape es de silicio monocristalino y tiene un elevado número de dientes y, por lo tanto, necesita menos grados de rotación por latido. De esta manera se reduce la fricción al mínimo y elimina la necesidad de lubricantes tradicionales.
El volante cuenta con una espiral convencional. La relación tamaño/inercia es reducida, y oscila con una amplitud de unos 200 grados solamente. La eficacia de este regulador, en particular gracias a la ligereza del silicio y a sus propiedades tribológicas, ha permitido a Chopard desarrollar este escape de alta cadencia y ofrecer al mismo tiempo la amplia reserva de marcha. Y encima la decoración está a la altura de las mejores (aunque la leyenda «Cadence 8 HF» le sienta como a un santo dos pistolas. Como si el que lo compra no lo supiera ya).
El Alpine Eagle Cadence 8HF de esfera negra se presenta en un brazalete cónico de titanio con triple cierre desplegable de titanio reforzado con hojas de acero y pulsadores de seguridad.
Su precio es de 22.100 euros y forma parte de la colección permanente, así que da tiempo ahorrar (en mi caso, muuucho tiempo). Más información en Chopard.com.