Nuevo Longines Heritage Diver 1967. Fotos en vivo
Herencia marina para un modelo que es amor a primera vista
Baselworld 2015 ha comenzado por fin y eso significa una cosa: pasarse desde las nueve de la mañana a las 6 de la tarde viendo marcas en espacios de media hora, tres cuartos de hora como mucho. La cantidad de información que se recoge es abrumadora, así vamos a tomarlo con calma y e ir poco a poco, para disfrutar más. Así que para empezar, el nuevo Longines Heritage Diver 1967.
Longines es una marca particularmente activa y, como siempre digo, tiene tanto fondo de armario que la posibilidad de revivir antiguos modelos les permite lanzar nuevos relojes sin tener excesivos quebraderos de cabeza. Pero es que además los que lanza son, en su mayor parte, arrebatadores.
Si en octubre pasado se lanzaban los Heritage Diver (fotos en vivo aquí), ahora nos presenta el Longines Heritage Diver 1967. Si aquellos eran setenteros éste todavía participa más del estilo de los 60, con la esfera redonda que podríamos encontrar en un Speedmaster de OMEGA, por ejemplo.
La esfera imanta los ojos desde el primer momento. Parece mentira que elementos tan dispares puestos juntos den un resultado tan armonioso: la esfera negra contrasta con las dos subesferas a las 3 y a las 9, que son de distinto tamaño. Y curiosamente la más grande no es la del pequeño segundero sino la del contador de 30 minutos. Podría ser para controlar el tiempo de inmersión, pero la manecilla no tiene material luminiscente, así que no se ve en la oscuridad (la del pequeño segundero tampoco).
Pero seguimos: el contador de 12 horas no es plateado sino negro. La grafía del pequeño segundero es la misma que la del contador de 12 horas, pero distinta de la del contador de treinta minutos. El bisel unidireccional es rojo, con un punto luminiscente a las 12 y el escalado en blanco.
Dispar como es y sin embargo el conjunto resulta maravillosamente seductor. Hay un detalle más de la esfera: está atravesada de arriba abajo e izquierda a derecha por una línea roja que une todos los elementos y se conjunta con el bisel. Hay también una escala taquimétrica para que el buzo calcule la velocidad a la que ha recorrido un kilómetro. ¡Un kilómetro, nada menos! Los buzos bajan hacia abajo, a veces muchos metros, pero no en horizontal. En fin tampoco importa mucho porque la escala está bien realizada, no molesta y se lee bien.
Por dentro el Longines Heritage Diver 1967 lleva el calibre L688.2, que es como lo llama Longines. En el catálogo ETA tiene el nombre A08.231 y es un movimiento que encargó -y pagó- Longines para sí misma. Es un cronógrafo con rueda de pilares aparecido en 2009/2010 con un funcionamiento particularmente suave. En esta versión no se ve porque el fondo es ciego para poder alcanzar una hermeticidad de 300 metros (para lo cual la corona también es roscada). A cambio tiene un bonito grabado de un buzo que también parece sacado de los sesenta.
Se me había olvidado decir que la caja es de acero con un diámetro de 42 mm, por lo que estamos hablando de un diver que se puede llevar como reloj deportivo sin que parezca desproporcionado. Sí se ve grande, a lo que también contribuye el cristal, que es de zafiro pero está modelado al estilo de los de Hesalite. La visibilidad es fantástica, también en la oscuridad.
Digamos por último que el reloj se presenta con brazalete de acero, correa de caimán o de caucho, que es la versión que hemos visto y que por cierto tiene una hebilla muy bien realizada. Todos los detalles técnicos del Longines Heritage Diver 1967 están aquí.
Va a ser un éxito, seguro.