Nada menos que 13 años lleva Oris asociado -en distinto grado- con el equipo de Fórmula 1 Williams Martini Racing. No es habitual tanta fidelidad en las promociones deportivas porque las exigencias monetarias son enormes, asi que el caso de Oris es más que meritorio. Este año, para celebrar una amistad tan longeva, lanza la nueva colección Oris Williams.

Va a haber dos relojes base en la colección, el Day Date y el Chronograph, pero es seguro que la gama irá creciendo con el tiempo. Los nuevos relojes están directamente inspirados en el vehículo, de forma que la caja se va estrechando, como el perfil del vehículo, mientras que las asas recuerdan el morro del bólido.

Hay más características que son comunes a las dos versiones: ambas están disponibles con correa de caucho o con un poderoso brazalete de tres cuerpos en el que los laterales son cepillados y el central, de mayor tamaño, pulido. Las asas y la carrura también están cepilladas, lo que de un toque más industrial -que le va muy bien- y además esconde mejor los roces.

Hay un detalle que le queda muy bien a los relojes, y que es nuevo este año: sobre la corona -que recuerda un disco de embrague- se ha practicado una hendidura en la que se ha grabado el nombre del modelo. A Oris le habría salido más barato seguir usando la misma caja, y sin embargo esto le obliga a modificar moldes y por tanto encarecer sus costes. Eso habla del cariño con el que ha diseñado los guardatiempos.

El modelo Day Date  presenta dos versiones, una con la esfera en mate y otra, mucho más atractiva y significativa, con el azul Williams.  Yo imagino que la negra se va a vender poco, porque si te compras un producto conmemorativo, lo quieres lo más conmemorativo posible, creo yo.

En cualquier caso la lectura de los datos es perfecta, con unas manecillas que llegan donde deben llegar: al borde de los índices la manecilla de horas y al borde del bisel la de minutos. El que el tanto los índices como las manecillas vayan cargados de SuperLuminova es otro acierto.

Por supuesto el reloj queda muy bien en la muñeca. Los 42 mm de diámetro de la caja se sienten cómodos, y tanto la correa de caucho como el brazalete se adaptan perfectamente.

La trasera es abierta, para permitirnos ver el rotor rojo sobre un calibre Oris 735, basado en el Sellita SW220. Se pueden leer todas las especificaciones técnicas en su Ficha Completa.

Ahora bien, siendo un reloj deportivo lo lógico es que haya una versión cronógrafo, y aquí está. Oris ha optado por dar el color azul a las manecillas, dejando la esfera en negro. Yo creo que se equivoca, porque como se puede ver arriba el azul en la esfera queda mejor que bien.

Pero una vez asumido el color (aunque estoy convencido de que eso cambiará), el cronógrafo en sí es estupendo en su apariencia. Ya habíamos visto al repasar los modelos Calobra en este artículo cómo Oris tenía la puesta a cero de los contadores a las 8, como en los paneles de los automóviles. Es cierto que en los modernos bólidos los contadores son digitales, pero Oris lo ha mantenido como homenaje a los clásicos. En el bisel exterior se ha grabado una escala taquimétrica, casi de rigor en un cronógrafo aunque ya no se use. Se pueden leer más detalles en su Ficha Técnica.

El reloj vestirá la muñeca del piloto de Williams F1 Valtteri Bottas durante la temporada 2015, pero también puede estar en las de los aficionados porque no es una edición limitada y además, como suele ocurrir con Oris, tiene unos precios interesantes: el Day Date cuesta 1.150 € la versión de correa de caucho y 1.330 la versión con brazalete. Por su parte el cronógrafo cuesta 2.600 y 2.780 euros respectivamente. Son mucho mejores precios que los Calobra, si bien no son edición limitada. Yo personalmente me quedo con la esfera azul. ¿Y vosotros?