Ponerse un Breitling es parecido a enfundarse un arma al costado: es un instrumento poderoso que transmite al usuario una sensación de estar en posesión de una pieza bien construida y muy fiable. En el caso del Breitling Superocean II y al contrario de lo que ocurre con un arma, el único riesgo que corres con él es que te des contra una farola por ir mirándolo mientras caminas.

Con una esfera y un bisel rediseñados, un perfil afinado, una nueva versión de 36 mm de diámetro y una nueva pulsera de caucho, el Breitling Superocean II confirma sus atributos de superbuceador aunando estilo y excelencia técnica. Y lo hace en todas las medidas. Además de los 36 mm este explorador submarino se presenta con 42 y 44 mm.

Desde su lanzamiento en 1957, Breitling no ha cesado de optimizar su modelo Superocean tanto a nivel técnico como funcional. Objetivo: acompañar a los buzos profesionales y militares, pero también a los adeptos al buceo de recreo en todos los mares del globo. Último representante de esta familia de excepción, el  Breitling Superocean II confirma la devoción de la marca por los relojes potentes e impecablemente fabricados.

El perfil de la caja se ha afinado para incrementar la ligereza y el confort. El bisel giratorio unidireccional acanalado, con sobremoldeado de caucho, presenta cifras de gran tamaño bien visibles, la indicación de los últimos quince minutos del tiempo de inmersión y un triángulo con punto luminiscente en a las 12h.

La legibilidad de la esfera va reforzada con grandes cifras árabes, redondeadas y realzadas con un revestimiento luminiscente color blanco y agujas sobredimensionadas que también destacan en la oscuridad. La caja ultra robusta de acero, con corona atornillada, garantiza una perfecta estanqueidad entre 200 y 1.000 m de profundidad.

El nuevo Breitling Superocean II se ofrece con diámetros de 44 y 42 mm, caja de acero satinado (versión 44) o pulido (versión 42), y esfera negra o azul, a juego con el bisel y la pulsera. Breitling ha incluido igualmente en la colección un modelo de 36 mm de diámetro con caja pulida, disponible en color negro o en una versión muy femenina de color blanco.

La marca propone además una nueva versión de la muy deportiva pulsera de caucho Ocean Racer, identificable gracias a su hilera de orificios con relieve circular. Estos tres modelos Breitling Superocean II van provistos de movimientos mecánicos de cuerda automática con certificado de cronómetro del COSC (Control Oficial Suizo de Cronómetros), la más alta instancia en materia de fiabilidad y de precisión y que ostentan todos los Breitling.

La verdad es que el reloj tiene una presencia de fuerza inmediata, casi agresiva. Todo los perfiles son nítidos, casi crujientes, desafiantes. Sin duda quien lo posea no va a dar pasos titubeantes porque el reloj te quiere determinado, rápido y preciso. Todo lo que significa la casa relojera. Más información en Breitling.es.