En la muñeca: Blancpain Villeret Grande Décoration España
El reloj que la manufactura dedica a España, con Barcelona grabada en el reverso
La colección más popular de Blancpain –si nos fijamos en las ventas- es sobre todo la de Villeret, por su excelente ejecución y una presencia clásica que gusta a todo el mundo. Sin embargo dentro de la colección hay también piezas únicas, ejemplo perfecto de la maestría en la decoración que ostenta la manufactura. Una de esas piezas únicas es el Blancpain Villeret Grande Décoration España.
Los Oficios Artísticos (Métiers D’Art en francés) son una de las áreas de creación relojera más deseadas por las casas de relojería, ya que engloba todo lo que tiene que ver con la decoración de esferas y movimientos y son uno de los elementos que colocan a la manufactura que los practica un escalón más arriba de las demás. La dificultad de las distintas técnicas artesanas requiere de verdaderos especialistas, que no abundan en el mercado y que por tanto otorgan un prestigio especial a aquellas marcas que los tienen. Blancpain es una de ellas, y la sección de Métiers d’Art de su web está llena de magníficos ejemplos. Entre ellos están los Grande Décoration, piezas únicas cuyo movimiento ha sido decorado con elementos significativos de cada país al que se homenajea. Pero el reloj entero tiene elementos para ser disfrutado.
En primer lugar llama la atención de este Blancpain Villeret Grande Décoration Barcelona el diámetro de 45 mm de la caja de oro rosa, muy poco habitual en relojes de vestir, cuyo límite está más o menos tácitamente establecido en los 42 mm. Sin embargo para estos Oficios Artísticos es lógico elegir un tamaño así para que las obras de arte en que se convierten estos relojes se puedan apreciar adecuadamente sin necesidad de una lupa relojera de aumento (que en cualquier caso se necesita para luego poder apreciar todo el detalle de la decoración del calibre). Pero sin embargo la altura de la caja es de tan solo 8,30 mm, lo que permite que se acomode perfectamente sobre la muñeca y además le da una presencia muy contemporánea sin perder su clasicismo, acrecentado por la caja “double pomme” característica de Blancpain.
La esfera es otro elemento destacable: está realizada en esmalte “grand feu”. Normalmente las esferas son placas metálicas galvanizadas, pero la realización en esmalte es muy distinta. El esmalte fue inventado por artesanos orientales hace casi 4.000 años, pero con el desarrollo de la relojería en el siglo XVII Ginebra se convirtió en el centro de la decoración con esmalte Grand Feu. El esmalte es básicamente silicio, pigmento y carbonato que se puede mezclar con otros elementos para conseguir distintos colores o simplemente dejarlo en blanco. Los ingredientes son calentados hasta su punto de fusión y después se deja enfriar para que se adhiera a la placa base de metal. El proceso se repite entre 4 y 10 veces para conseguir el resultado requerido. El problema es que el esmalte es muy difícil de controlar y en cualquier momento del proceso alguna de las capas se puede quebrar, arruinando la esfera. O se pueden formar burbujas de aire o gas que se terminan convirtiéndose en agujeros en la superficie, nuevamente haciendo inservible el trabajo. ¿La recompensa? Una esfera inalterable con unos brillos y tonalidades únicas.
Cualquiera que haya podido ver una esfera Grand Feu se da cuenta de lo distinta que es a las esferas normales, y lo mucho más bonita y exquisita que resulta. En el Blancpain Villeret Grande Décoration España, como en la mayoría de los Villeret, sobre el esmalte se pintan los numerales romanos característicos de la manufactura. Yo no soy mucho de números romanos en las esferas, pero los de Blancpain me encantan porque son discretos, delicados y con unos preciosos trazos horizontales que perfilan las columnas y las uves de cada número. Y además el 4 se escribe con cuatro columnas, no con el tradicional IV. Y personalmente me gusta mucho esa opción. Como decía el que la caja sea de 45 mm permite una grafía así, que en cajas más pequeñas quedaría muy amontonada. La forma de hoja de las manecillas, también en oro rosa, acompaña perfectamente la estética del reloj.
Pero claro, la Pièce De Résistance del está en el reverso, donde el calibre 15B muestra toda la decoración hecha a mano que homenajea a España, representada por la ciudad de Barcelona. El calibre manual 15B desciende de un movimiento de reloj de bolsillo, lo que explica su diámetro de 36,10 mm. Sin embargo es ultraplano, con una altura de sólo 2,20 mm, 117 componentes y 40 horas de reserva de marcha. Sobre él los maestros grabadores han plasmado la Sagrada Familia (sobre la platina principal) y el dragón de la escalinata del Parque Güell sobre el puente del volante. Los puentes en este calibre son más anchos de lo habitual, así que hay más sitio para decorar, y con más detalle.
El reloj, como ya he dicho, queda muy bien en la muñeca. Se sujeta con una correa de aligátor y una hebilla desplegable cómoda y de perfecto ajuste. Gracias a la altura de la caja el reloj se entiende perfectamente con los puños de la camisa, así que no hay ningún problema en llevarlo con un traje.
El Blancpain Villeret Grande Décoration España, como los demás compañeros de colección, es una pieza única que sólo se vende en las boutiques de la marca, en este caso en la Calle Ortega y Gasset, 11 y en El Corte Inglés de La Castellana, ambas en Madrid. Su precio es de 53.330 euros. Más información en Blancpain.com.