Frederique Constant Manufacture Perpetual Calendar: fotos en vivo y precios
Una imbatible propuesta calidad/precio
El calendario perpetuo es una de las grandes complicaciones y como tal sus precios son siempre elevados. Por eso sorprende ver cómo el nuevo Frederique Constant Slimline Manufacture Perpetual Calendar ofrece lo que su nombre indica, un calendario perpetuo con calibre de manufactura en acero y oro con unos precios nunca antes vistos.
Frederique Constant creó su primer calibre de manufactura -completamente diseñado, producido y ensamblado a mano- en 2004. Desde entonces ha desarrollado nada menos que 19 movimientos propios. Esto, para una empresa que lanzó su primera colección en 1992, es realmente meritorio si tenemos en cuenta la cantidad de horas (y por tanto recursos) necesarios para llevar a cabo un trabajo así. Recordemos que desarrollar un calibre significa no menos de tres años desde el diseño inicial hasta su estreno público.
El calibre da vida a la configuración más tradicional del calendario perpetuo: aparte de las horas y minutos hay una subesfera dividida a su vez en cuatro secciones para señalar los año. Al contrario que en muchos otros otros modelos del mercado el año bisiesto no se remarca en rojo, seguramente para no romper el equilibrio estético. Los años están enmarcados por los meses impares, y ambos señalados por manecillas negras al igual que las demás indicaciones. A las tres se sitúa el número de día con unos caracteres que recuerdan mucho a los usados por Panerai en sus relojes, particularmente el 3, 6 y 9. Me gustan, le quitan seriedad al conjunto sin resultar fuera de lugar.
Más abajo, a las 6, aparece una ventana de fases lunares de buen tamaño. Es muy sencilla, sin apenas decoración, pero sigue siendo inspiradora. La versión en acero presenta la luna y las estrellas plateadas y la versión en oro, con el mismo color. Por último, a la izquierda, la esfera del día de la semana. Las tres subesferas superiores tienen una decoración circular que las destaca sobre la esfera plateada. Los índices son aplicados, mientras que todos los demás datos son pintados.
Las esferas están alojadas en cajas de 42 milímetros. No es una medida clásica, pero a mí me gusta precisamente por eso. Le da un aire más moderno y hace que la lectura sea mejor, más directa y agradable y con un espacio adecuado entre las subesferas. El material utilizado es siempre el acero, con dos versiones (esfera plateada o esfera azul) bañadas en en oro rosa para mantener los precios embridados. Las cajas, pulidas a espejo, llevan un pulsador a las 4 para la correción rápida de la fase lunar, otro a las 8 para la correción rápida del día, otro a las 10 para la corrección rápida de fecha y el último a las 10:30 para la corrección rápida de mes y año bisiesto.
El calibre, de 191 componentes, late a 28.800 alternancias a la hora (4 hercios) y tiene una discreta reserva de 38 horas. Además está decorado con Côtes de Genève y perlado, y es visible tras el cristal de zafiro. Por último, el rotor también está bañado en oro rosa.
A pesar de que la manufactura hace relojes asequibles, o en cualquier caso mucho más económicos de lo que estamos habituados a ver, este Frederique Constant Slimline Manufacture Perpetual Calendar sigue los patrones que estamos acostumbrados a ver en otros relojes de más precio: el proceso de producción de la pieza dura entre 8 y 10 meses, y específicamente el ensamblado del movimiento son dos días completos de trabajo.
Gracias a sus 42 mm, como ya decía, el reloj se lleva muy bien. Quiero decir que gusta llevarlo en la muñeca. Gracias a que la altura del calibre es de 6,78 mm se consigue que la caja no sea alta y por tanto el reloj tiene una perfecta ubicación entre los trajes, incluso los más formales.
Además y como corresponde a un reloj de este tipo la correa es de aligátor negra, marrón o azul según sean las versiones de acero, oro rosa y esfera plateada, y oro rosa y esfera azul marino. Se redondea así un reloj que acoge una de las altas complicaciones con una presencia clásica pero a la vez actual, atractivo también para gente joven. Y más aún con sus precios: el Frederique Constant Slimline Manufacture Perpetual Calendar en acero cuesta 8.390 euros. Las dos versiones bañadas en oro rosa tienen un precio de 8.690 euros. Que yo sepa el Montblanc Heritage Spirit Perpetual Calendar es el único reloj de este estilo con un precio aproximado (cuesta unos 10.000 euros). Pero el Montblanc tiene un movimiento base Sellita, mientras que el de FQ es completamente de manufactura. Creo por tanto que el Frederique Constant una excelente opción; como suele ocurrir con la casa, por otra parte. Más información en FrederiqueConstant.com.