Chopard Mille Miglia 2017: fotos en vivo y precios
Presentamos los relojes Chopard MIlle Miglia, carrea de la que Chopard es sponsor y cronometrador oficial. Son dos modelos, uno en acero y otro en oro
Hoy termina la conocida como «la corsa più bella del mondo» (la carrera más bella del mundo), que recorre Italia desde Brescia a Roma y vuelta.Y un año más el cronometrador oficial lanza sus Chopard Mille Miglia, con dos modelos: uno en acero y otro en oro.
Supongo que todos los seguidores de la marca conocen la pasión del fundador de Chopard, Karl-Friedrich Scheufele, por los coches, hasta el punto que él mismo participa en la carrera italiana. Por eso cada año presenta una nueva versión de los Chopard Mille Miglia. Y como este año la carrera celebra su 90 cumpleaños uno de los dos modelos lanzados es una edición aún más limitada en oro, sin duda la más interesante de las dos. Analizaremos la versión de acero, que no hay que perder de vista, en la siguiente página.
CHOPARD MILLE MIGLIA CLASSIC XL 90TH ANNIVERSARY
La Mille Miglia nació como una prueba de velocidad y paso a serlo de resistencia. Y en sí misma es un ejemplo de lo que eso significa, porque llegar a 90 años no es cualquier cosa. Para celebrarlo se ha lanzado esta versión en el metal de los ganadores: tiene una caja de oro rosa de nada menos que 46 mm de diámetro. La sensación de tamaño es mayor por la esfera blanca y porque integra una corona muy grande (para poder ser accionada incluso con guantes) y unos pulsadores del cronómetro con forma de pistón, que es lo que requiere un reloj así.
Con 13,12 mm, la altura del reloj es también notable. Sin embargo esa altura le ayuda a estar mejor proporcionado, y desde luego sobre la muñeca se equilibra perfectamente. La verdad es que aunque sea un cronógrafo dudo mucho que alguien se lo vaya a poner para conducir porque el oro rosa está perfectamente pulido a espejo, así que mejor no exponerlo a arañazos. Es un oro rosa muy bonito que de hecho tiende al rojo, sobre todo en el reverso. Las formas clásicas de la pieza están perfectamente logradas. Si a ello le unimos la impecable ejecución de la esfera, estamos ante un reloj que no pasaría desapercibido hace décadas (salvo por su anchura, claro).
La esfera está realizada de tal manera que recuerda a los antiguos diales de porcelana. No lo es, pero el efecto está magistralmente conseguido, y además acentuado por los numerales de estilo retro. Está también impecablemente hecha la «rotura» de arábigos provocada por los registros interiores. Otro buen detalle es haber escrito Horas y Minutos sobre las subesferas del cronógrafo, como aparecía en los antiguos tableros de mandos de los coches. Las subesferas están remarcadas por un borde dorado, al igual que las manecillas. Tanto los numerales como las agujas están impregandos de SuperLuminova con una suave tonalidad azul.
Para animar un reloj aniversario de la carrera que tanto gusta al presidente de la casa Chopard no se iba a conformar con cualquier movimiento, así que ha integrado lo mejor de la casa: el calibre manual cronógrafo flyback L.U.C 03.07-L. Como ya descubrimos cuando visitamos la manufactura (en este artículo), los calibres L.U.C son la gama alta de la casa y reciben toda la sabiduría de sus relojeros, tanto en su desempeño como en decoración.
Está fabricado en alpaca, aleación que permite un trabajo muy preciso y unos biselados extraordinarios. Las piezas más profundas del movimiento están perladas y doradas. Las piezas superiores, las que dan movimiento al cronógrafo, están fabricadas en acero o rodiadas. Además el calibre -que se mueve a 4 hercios y tiene 60 horas de reserva de marcha- ostenta el sello del Punzón de Ginebra, lo que garantiza su nivel de acabados. Y además está certificado por el laboratio COSC como cronómetro.
A pesar de su tamaño el Chopard Mille Miglia Classic XL 90th Anniversary Limited Edition se asienta perfectamente sobre la muñeca gracias a la correcta proporción entre anchura y altura, así como a una buena correa de becerro barenia con un tratamiento especial que con el tiempo va adquiriendo una pátina que acentúa su aire de época.
Como su nombre indica el reloj es una edición limitada. En este caso, y en conjunto con el aniversario que conmemora, solo se harán 90 unidades. Su precio es de 38.420 euros, y se puede encontrar en las boutiques de la casa. En la siguiente página vemos el otro modelo dedicado a la carrera.
CHOPARD MILLE MIGLIA 2017 RACE EDITION
En realidad los dos relojes que vemos aquí no son los únicos que se han lanzado este año. También están disponibles otros dos cronómetros en medidas 42 y 39 mm (llamados His and Hers) que también toman el nombre de la carrera como fuente de inspiración. Incluso hay una versión con diamantes en el bisel. Pero si les quitas el logo de la Mille Miglia no dejan de ser cronógrafos de inspiración clásica, mientras que los que aquí vemos sí que se engarzan perfectamente en el espíritu de la carrera.
En el caso de este Chopard Mille Miglia 2017 Race Edition la caja, también de redondeces clásicas, está hecha de acero y tiene 44 mm de diámetro. El bisel es también de acero, mientras que las inserciones son de alumino para conformar un taquímetro clásico y muy bonito, gracias a la fuente usada para el texto y los núneros. Los pulsadores del cronógrafo, que flanquean a una corona roscada con forma de tapón de coche, son de pistón y están decorados con la textura de los pedales del coche. La caja es hermética hasta los 100 metros.
La esfera, anunciada por un anillo color rojo Mille Miglia, es una de las más llamativas de los últimos tiempos. Sobre el fondo plateado se ha llevado a cabo un perlado como el que se usa en los motores, una decoración inusual que le da un aspecto único que impacta la primera vez que lo ves. Bueno, y la segunda también. A pesar de que con el perlado aparecen numerosos puntos de fuga -a la que se añade el guilloché circular de los registros- la legibilidad no se ve afectada. De hecho es muy buena, como siempre en Chopard.
Los índices y manecillas están perfilados por bordes metálicos y la grafía de las subesferas es muy clara. La flecha roja, símbolo de la carrera, embebe la ventana de fecha grácilmente, de manera que no se nota que, en realidad, la caja es demasiado grande para el calibre y por eso la fecha está tan separada del borde. Ocurre que el calibre utilizado es el Valjoux 7750 en su versión certificada por COSC. Creo yo que hubiera sido mejor utilizar un Valgranges (como hizo en estos Mónaco Historique que vimos en vídeo aquí), porque al ser más grande se adapta mejor a las dimensiones del conjunto. El calibre no se ve porque está tapado con un fondo conmemorativo.
Al igual que el modelo en oro -y más aún en este caso- este Chopard Mille Miglia comanda perfectamente la muñeca, sin ningún cabeceo. Esto hay que agradecerlo a las asas, cortas y curvadas, que hacen humillar a la correa para que descienda rápidamente y quede bien atada. Aunque ya la conocíamos de otras versiones (estas, por ejemplo), la correa no deja de impresionar por lo bien realizada que está. Está inspirada en los neumáticos de carreras Dunlop de los años 50, y se sujeta gracias a una hebilla de acero satinado.
El reloj ya está disponible en edición limitada a 1.000 unidades, con un precio de 6.600 euros. La verdad es que cuando repasas los relojes que lanza Chopard con motivos automovilísticos es difícil quedarse con uno, pero los de este año, cada uno en su estilo, son realmente diferentes y atractivos. No sólo para los seguidores de la carrera italiana, sino para los amantes de la estética retro. Más información en Chopard.es.