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Georges Kern, número 2 del Grupo Richemont, presenta su dimisión

Georges Kern, segundo del Grupo Richemont, ha presentado su dimisión irrevocable y efectiva de manera inmediata. Sus pasos se dirigen a Breitling.

 

Ya sabemos que Georges Kern ha sido el Director General de IWC, y lo fue desde 2002 hasta noviembre de 2016. En ese momento el Grupo Richemont decidió reestructurar su alta dirección para confrontar mejor los momentos de crisis (lo contamos en este artículo). El resultado fue que Georges Kern se haría cargo de la dirección de Relojería, Marketing y Presencia Digital. Tendría al lado un par, Jérôme Lambert como Director de Operaciones y responsable de los servicios centrales y regionales. El cambio tuvo efecto el 1 de abril. Cuatro meses después llega la bomba en forma de dimisión.

Edificio del Grupo Richemont – entrada

El escueto comentario oficial del Grupo Richemont sólo dice:

«Richemont lamenta anunciar la dimisión con efecto inmediato del Señor Georges Kern. El Señor Kern era el director de Relojería, Marketing y Digital. Abandona el Comité Ejecutivo y no podrá ser elegido para el Consejo de Directores de la Compagnie Financière Richemont SA en la próxima reunión general de accionistas».

El Sr. Johann Rupert, fundador y presidente de Richemont, dijo después: «Le han ofrecido a Georges una interesante oportunidad para convertirse en empresario. Tuvo una carrera muy exitosa en IWC y le deseamos los mejor».

Por supuesto y a la vista de lo dicho por Rupert todo el mundo comenzó a preguntarse si Georges iba a fundar su propia empresa relojera. Pero como el secreto suizo llega hasta donde llega, en seguida saltó la liebre (vía Bloomberg): Georges Kern se iba a Breitling.

Ya contamos en este artículo que Breitling había sido vendida a CVC Capital Partners, una empresa de capital-riesgo. En ese momento se vio como una operación clásica en la que una empresa familiar ve la oportunidad de sacar un buen dinero, asegurarse financiación y retener parte del control. Pero es obvio que el plan estaba muy pensado (como es obvio), porque al parecer le ofrecieron parte de las acciones al ya ex-Richemont.

¿POR QUÉ GEORGES KERN?

El directivo alemán (nacido en Düsseldorf hace 52 años) ha tenido una más que exitosa carrera como director de IWC. La marca se ha expandido enormemente y es de las pocas dentro del Grupo Richemont que funcionan sin los agobios con los que la crisis ha atenazado a otras casas del grupo.

Georges Kern entendió como pocos en el Grupo la importancia de internet, de las redes sociales, como el medio para llegar al público de manera atractiva. Particularmente al nuevo grupo conocido como milenials, a los que básicamente les gusta lo mismo que a las generaciones anteriores (en términos de gusto por lo auténtico y lo lujoso), pero se aproximan a ello desde nuevos vectores.

Además siguió a pies juntillas el lema de «no toques lo que funciona». Así, las colecciones de IWC siempre giran sobre los mismos pilares, sin crear nada realmente nuevo. Incluso la nueva colección aparecida este año, los Da Vinci -que ya hemos visto aquí y aquí– son en realidad una reedición de los modelos lanzados a mediados de los años 80.

Da Vinci Tourbillon Retrograde Chronograph

Ese éxito es el que le puso en la cabeza del Grupo Richemont junto a Jérôme Lambert. Como tal Georges estaba involucrado en la reestructuración de unos 8.000 empleados del Grupo en Suiza. Como era de esperar, sus directrices habían seguido los principios que le movieron durante su etapa en IWC. Todas las marcas tenían que reorientarse hacia el mercado digital y recortar la inversión en prensa escrita. Y el indicador de ventas al cliente final se tenía más en cuenta que la venta al distribuidor. Francamente, todo muy sensato.

Pero la percepción de sus órdenes ha sentado de manera distinta en según qué marcas, sobre todo porque las emitió desde IWC, donde había mantenido su actividad. Fundamentalmente Jaeger-LeCoultre, Vacheron Constantin o Piaget, que son las que cambiaron de director general el primer trimestre de este año (aquí toda la información). Según admitió un empleado de JLC al periódico suizo Le Temps«hubo una quiebra cuando entró de director interino. Truncó muchos proyectos. Gente que había estado en la empresa veinticinco años se largó. El objetivo era rejuvenecer los equipos, y no menos de varias docenas de personas de todos los departamentos fueron sustituidos». 

Sin embargo, la cosa de Georges Kern es el marketing, los focos, las redes. Toda la parte gris de la dirección de empresa le repele. Y si es así para dirigir una empresa, mucho más si es un grupo de empresas. Y no olvidemos que estaba compartiendo la dirección con Jérôme Lambert, lo que tenía dos pegas: una, que él siempre ha querido ser el (único) Director General del Grupo, y Lambert era un competidor con el mismo deseo. Dos, ni siquiera se caen bien mutuamente, lo que no ha ayudado nada.

Es lógico, por tanto, que la oferta de Breitling le resulte tan interesante: insuflar nuevo aliento una marca de relojes de piloto (la base del éxito de IWC), darle más exposición en los medios y aprovechar el legendario gusto de Breitling por lo exhuberante en el marketing. Hasta ahora hemos visto muy pocas veces a los directivos de Breitling; a partir de ahora eso va a cambiar.