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Cartier Privé, la sorprendente propuesta Pre-SIHH 2019 de Cartier

Otro trocito de la historia de Cartier que vuelve a la vida

Cartier Privé

Cartier Privé

Cartier nos sorprende con una propuesta pre-SIHH 2019, inesperada por lo arriesgada. Los nuevos Cartier Privé son unos relojes radicalmente retro; diría que es lo más absolutamente vintage que hemos visto en 2018, lo que es todo un mérito y un riesgo a la vez (aunque no descabellado, como veremos luego). Un mérito porque, después de los pasos conservadores (pero enormemente exitosos en términos de ventas) de relanzar y centrarse en 2017 en el Panthère para mujer y en el Santos para hombre (en 2018), lanzar una colección fuera de la -digamos- zona segura comercial merece ser destacado. Y, por eso mismo, es una apuesta con el riesgo de no ser todo lo exitosa que se desearía.

Cartier Privé

Reloj Tonneau originalAunque las cajas tipo «tonneau» (tonel, en español) son seguramente las menos populares de la relojería, tienen una historia tan antigua como otras en los relojes de muñeca. En concreto, el reloj Tonneau llega en 1906, dos años después del reloj Santos, lanzado en 1904. Su forma, considerada una excentricidad en aquel entonces, es a la vez potente y depurada. La esfera oscila entre el rectángulo y el óvalo, y la caja ligeramente curvada es una de las primeras modificaciones estructurales importantes para adaptarse a la muñeca. En una época en la que la mayoría de los relojes son de oro, Cartier elige el platino para destacar mejor la estética vanguardista de este modelo. Los “tornillos estilo armero” que adornan los enganches son testigos de la preocupación por los detalles, presente desde alrededor de 1910. Para realzar la belleza del modelo, Louis Cartier decide combinar los metales preciosos con una correa de piel, material noble y sencillo. El resultado es un reloj moderno que goza de un gran éxito.

CARTIER PRIVÉ HORAS Y MINUTOS

Cartier Privé

Cartier ha sido siempre un maestro de las curvas. Lo demostró cuando presentó el Clé de Cartier en 2015 y el Drive en 2016. Para el Cartier Privé la casa ha creado una caja que acertadamente denomina como de «dos paréntesis», en platino u oro rosa. El reloj es sin duda alguna fiel al modelo original de 1906, pero todo ha sido rediseñado para adaptarse a las nuevas exigencias de hoy, en particular en lo que respecta a garantizar su perfecta hermeticidad. El volumen del bisel ha sido trabajado en un bloque, sin ribete ni ruptura del plano. El perfil y los enganches se funden en la caja.

Cartier Privé

Números romanos, minutería de ferrocarril, corona de cuerda con cabujón, correa de piel, tornillos en los enganches: los códigos relojeros de Cartier están presentes. Todos los modelos están equipados con el nuevo calibre Manufactura 1917 MC. Es un movimiento de 16 x 12,9 mm y 2,9 mm de altura que oscila a 21.600 alternancias a la hora durante las 38 horas que dura la reserva de marcha. La edición en platino está limitada a 100 unidades.

Cartier Privé

CARTIER PRIVÉ DOBLE USO HORARIO

Cartier Privé

Con este nuevo reloj, Cartier rinde tributo al Tonneau XL con doble huso horario de la colección CPCP. La Collection Privée Cartier Paris fue una celebración de los diseños de cajas de relojes que tan famosa hizo a Cartier. La colección duró desde 1998 hasta 2008, diez años destinados a satisfacer el deseo de los coleccionistas y amantes de las formas de Cartier. El Tank Chinoise Double Fuseau fue uno de los modelos CPCP, con dos detalles clásicos de la colección: la rosa rodeando el tornillo central y el «Paris» del centro de la esfera. Se produjeron 100 unidades en oro blanco y otras 100 en oro rosa para celebrar las relaciones entre Francia y China, y sólo se vendió allí. Y no sé a qué espera Cartier para lanzar una edición «occidental», por así decir. Sería un exitazo.

Cartier CPCP

El Tank Chinoise Double Fuseau

Dentro de la colección CPCP había también un Tonneau idéntico al que ahora se propone, y Cartier ha fusionado el Tank Chinoise y el tonneau para crear un reloj con doble huso horario completo (es decir, con doble manecilla de horas y minutos). Con el fin de preservar la forma original, fue necesario lograr dos proezas técnicas. En primer lugar, para respetar la forma alargada del reloj, todos los trenes de rodaje han sido alineados entre las 12 y las 6 horas. En segundo lugar, para adaptarse a la caja curvada del reloj Tonneau, el movimiento ha sido sometido a una modificación y presenta a su vez una estructura curvada. El rodaje con tallado se inclina sobre el barrilete y el móvil de escape.

Los dos husos están conectados, permitiendo así al conjunto crear un espectáculo que combina lo útil y lo agradable: una lectura fácil de la hora en los puentes del esqueleto y el ajuste del segundo huso mediante presión de la corona a las 4 horas y saltos de una hora. El calibre 9919 MC tiene 37,8 x 24 mm y 7,9 mm de altura. Su frecuencia es de 8 hercios y tiene una reserva de marcha de 60 horas.

Los Cartier Privé con doble huso horario estarán disponibles en ediciones limitadas y numeradas de 100 piezas para las versiones de oro rosa y platino, y de 20 piezas para la versión de platino con diamantes baguette. Por eso decía al principio que la apuesta no es tan descabellada como podría sonar, viendo las formas del reloj: las ediciones limitadas va a estar vendidas desde el minuto 1 del SIHH, si no lo están ya. Hace falta ver si la colección Cartier Privé se extenderá en el tiempo, o si ha sido solo una de esas follies de Cartier que tanto nos gustan. Más información en Cartier.es.

Cartier Privé