Buscar

Patek Philippe 5270P Calendario Perpetuo y Cronógrafo. Puro PP, en salmón

Una de las complicaciones favoritas de Patek (crono y calendario perpetuo) en una preciosa caja de platino y esfera salmón

El Patek Philippe 5270P en la muñeca
El Patek Philippe 5270P en la muñeca

Este es, seguramente, el combo favorito de Patek Philippe: cronógrafo y calendario perpetuo, que son a las complicaciones preferidas de los usuarios de relojes. Esta unión excelsa nació en 1941, y desde entonces ha sido objeto de suspiros y deseos de todos los aficionados a la marca, y de cualquiera que sepa apreciar la belleza en relojería. Aquí se puede ver un ejemplar de 1943, el reloj más caro del mundo. El pasado Baselworld 2018 la manufactura presentó este Patek Philippe 5270P, que atrajo la atención de todos por la combinación de las complicaciones clásicas con una esfera salmón y negra de factura impecable. De qué manera tan natural le sale a la casa la perfección.

Esfera del Patek Philippe 5270P

El Patek Philippe 5270P aúna este clásico de la relojería en una caja que es, por primera vez, de platino. Tiene unas medidas de 41 mm de diámetro y sólo 12,4 mm de altura. Esas medidas -me refiero a la altura- se encuentran fácilmente en relojes que sólo son de tres agujas y fecha. Patek la usa para incluir un movimiento de 456 piezas. Da hasta sonrojo comparar, ¿verdad?

Para el que conoce la marca ya sabe que éste no es un reloj nuevo, sino una nueva versión. El 5270 se lanzó en 2011 con caja de oro blanco y esfera plateada, con índices y manecillas de oro oxidado en negro. En 2013 se lanzó en oro blanco con esfera opalina, y en 2014 con esfera azul y manecillas e índices en oro blanco. En 2015 llegaría la versión en oro rosa.

Patek Philippe 5270P

El platino faltaba en la gama, y el Patek Philippe 5270P viene a solventar el problema (de ahí la P de la referencia). El platino es muy apreciado por ser un metal precioso pero discreto, porque a simple vista puede pasar por acero. Cuando uno se acerca, sin embargo, percibe una dulzura en los reflejos que el acero no consigue. Y se nota especialmente en las preciosas asas biseladas de este modelo.

Pero seguramente un platino con esfera plateada resultaría muy anodino (en azul sería espectacular porque los azules de Patek siempre lo son), así que para ofrecer un contraste y que el reloj reafirme su presencia -aunque lo veas a 5 metros de distancia-, qué mejor que una esfera de salmón tan bonita como esta. No está saturada de color y además el oro negro rebaja cualquier posible exceso. El resultado es pura clase, pura elegancia.

Así queda el Patek Philippe 5270P

A pesar de la cantidad de elementos que pululan por la esfera, la lectura es intachable. Personalmente yo habría prescindido del taquímetro -como cuando salió en 2011- porque apenas tiene uso y satura ese lado de la esfera, pero también entiendo a quien lo quiere porque es casi condición sine qua non para que un crono sea un crono.

El calendario perpetuo indica -obviamente- día, fecha mes, e indicador de día y noche a las 7:30, además de la fase lunar. En esta combinación calendario-crono Patek nunca ha usado la indicación del año, y tampoco aquí. Lo que sí aparece es la del año bisiesto: es la pequeña ventana en blanco a las 4:30. Del lado del cronógrafo tenemos una trotadora central y un contador de 30 minutos a las 3 en punto. El registro de las 9 horas queda reservado al pequeño segundero.

Calibre CH 29-535 PS Q del Patekk Philippe 5270P

El Patek Philippe 5270P, como todos sus hermanos, se mueve gracias al calibre CH 29-535 PS Q, aparecido en 2009. Combina el calendario perpetuo con un cronógrafo de embrague horizontal y rueda de pilares. Siempre en Patek la rueda de pilares va tapada (se puede apreciar la pieza, perfectamente pulida, a las 12) para evitar la posibilidad de que el diente que se acopla pudiera salirse por arriba. Es decir, algo que no ocurre nunca y por lo tanto todo el mundo se lo ahorra. Pero no Patek. Patek no deja sin dominar ni siquiera lo que no ocurre.

El movimiento opera a 4 hercios (28.800 alternancias por hora) y tiene una reserva de marcha de 50 horas. Pero lo mejor de todo es que sólo lo cubre un cristal de zafiro, así que podemos disfrutar de la maravilla de su construcción y sus acabados. Hay que procurar mantener la boca cerrada.

El Patek Philippe 5270P se entrega con una correa de aligátor marrón de cuadrado ancho y un cierre plegable también de platino. El precio de poder poseer un sueño es en este caso de 176.360 euros. Más información en Patek.es.

El Patek Philippe 5270P, puesto