Hermès Arceau Le Temps Voyageur: La belleza de viajar
Un reloj de viaje con una complicación única y preciosa
Todo el que sigue a Horas y Minutos sabe que, en mi opinión, las cosas más interesantes en relojería están viniendo de la mano de los independientes que no forman parte del stablishment de la relojería suiza. Hermès es uno de esos casos: una marca que es famosa por -inicialmente- su marroquinería y por otras muchas cosas, pero que entró en la relojería hace tiempo y, cuando se pone a inventar, es creativa como pocos.
Un ejemplo de hace ya unos años es el Arceau Le Temps Suspendu, que, simplemente detenía el tiempo al antojo de su dueño, sólo por el gusto de hacerlo (se puede ver en este vídeo). O su Hermès L’Heure Masquée, el GMT que vimos en vídeo, uno de los más bonitos y elegantes del mercado. O, por último, su complicación lunar, el Arceau l’Heure de la Lune que vimos en vivo, una belleza presentada en 2019 y ante la que todo el mundo cayó rendido.
Ahora nos trae este Hermès Arceau Le Temps Voyageur, otra reinterpretación del reloj de viaje que es una auténtica delicia relojera.
Hermès siempre ha estado orgullosa de sus comienzos como guarnicionera, allá por 1837. De ahí que la caja Arceau tenga unas asas que recuerden al estribo de una silla de montar. Fue un diseño de 1978 creado por Henri d’Origny, el aclamado director artístico de la casa, que definió le gout Hermès durante sus seis décadas al mando de la maison.
El Hermès Arceau Le Temps Voyageur subraya la unión con el mundo ecuestre, y por eso la esfera presenta el imaginario “Planisphère d’un Monde Équestre” (un Planisferio Ecuestre) creado por el artista Jérôme Colliard.
Este particular mapa, que se presentó por primera vez en un enorme globo terráqueo mostrado en una competición ecuestre patrocinada por Hermès en París, y que después se trasladó a una de los famosos pañuelos de la casa (como el de aquí abajo), muestra un “planeta ecuestre” imaginario cuyas masas terráqueas tienen nombres de retos equinos (dressage -entrenamiento-, éthologie équine -comportamiento-, soins -cuidados-, etc.).
SER ORIGINAL ES SENCILLO
La forma de mostrar la información en este Hermès Arceau Le Temps Voyageur es desarmantemente sencilla. La apertura a las 12 horas indica la hora en origen en una escala de 24 horas, lo que evita tener que incluir una indicación de día y noche.
La hora local se muestra en la subesfera curva, que además tiene manecillas luminosas.
Un pulsador en el lado izquierdo de la caja del Hermès Arceau Le Temps Voyageur mueve la subesfera a lo largo de 24 ciudades, que representan los 24 husos horarios. Según avanza, la hora local se va actualizando.
¿CÓMO SE AJUSTA?
El Hermès Arceau Le Temps Voyageur es tan fácil de ajustar la primera vez como sencillo es de manejar después. Para ponerlo en hora, hay que usar el pulsador para alinear la esfera satelital con tu propia ciudad.
A continuación, se saca la corona a la segunda posición y se sincroniza la hora en la ventana superior de 24 horas, y ya está. Según vayas cambiando de huso horario la subesfera te acompaña, deslizándose por el planeta ecuestre.
El Hermès Arceau Le Temps Voyageur incorpora también una pequeña flecha roja para señalar la ciudad. La posición extra, marcada con la letra “S”, indica el horario de verano.
Sin embargo, si por ejemplo el idioma de la ciudad es el español, en vez de una S aparece la V de verano. En el caso de Atenas es un “K” (por el kalokairi griego). Un detalle más: París se ha sustituido por 24 FBG, que significa 24 Rue du Faubourg, dirección de la Maison.
El módulo de viaje del Hermès Arceau Le Temps Voyageur ha sido diseñado, en exclusiva para Hermès, por Jean-François Mojón, de Chronode, que es un especialista de ya muchos años en complicaciones. Se tardó tres años en desarrollar el módulo, que además mantiene siempre en vertical la subesfera.
DOS MUNDOS, DOS TAMAÑOS
El Hermès Arceau Le Temps Voyageur se presenta en dos tamaños. El mayor mide 41 mm de diámetro, y está realizado en platino con un revestimiento de titanio tratado con DLC arenado.
El otro modelo, fabricado en acero, tiene 38 mm de diámetro, lo que lo hace apto para cualquier muñeca.
El diseño asimétrico de las asas se repite en la esfera: en la parte superior está el arco de 24 horas y hay más espacio, mientras que al otro lado, a las 6 horas, las ciudades están pegadas al bisel.
Tanto la esfera azul como la negra están galvanizadas, con los océanos grabados a laser y después lacados.
Los meridianos y los paralelos del Hermès Arceau Le Temps Voyageur, en gris carbón o en azul, están transferidos, y el anillo de las ciudades está arenado en el modelo negro y satinado en el azul.
El calibre que mueve todo esto es el H1837, un movimiento automático de 4 hercios y 40 horas de reserva de marcha creado por Vaucher, al que se ha añadido el módulo de Chronode.
Como es habitual, el rotor está decorado con la H de Hermès,
Por supuesto, ambos modelos llevan correas de la casa, de aligátor para el modelo de 41 mm y de piel de becerro en el de 38 mm. Ambos Hermès Arceau Le Temps Voyageur están disponibles, y tienen un precio de 18.000 euros la versión de acero y 23.000 euros la de platino.
Más información en Hermes.es.