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Rado Coupole Classic: el reloj que no sabías que necesitabas

Una forma diferente de concebir el reloj de vestir clásico

RADO es la marca más silenciosa del grupo Swatch que sin embargo es también una gran innovadora de materiales, y hace unos relojes de vestir que a menudo me arrebatan el corazón. El nuevo Rado Coupole Classic Gent XL es uno de ellos.

Ya sabemos que la cerámica es consustancial en Rado porque en los genes de la casa está la búsqueda incansable de nuevos materiales. De hecho es la gran innovadora del grupo -y de la relojería- , con lustros (si no décadas) de ventaja. Así que cuando otras casas hermanas empezaban a hablar de ese material Rado las debió mirar como diciendo «pero qué me estás contando».

Sin embargo la casa tiene una colección que NO es de cerámica y es a la que pertenece este Rado Coupole Classic Gent XL. Los Coupole  (que significa cúpula) son relojes de vestir clásicos, de los que Rado ofrece nada menos que 88 variantes. Y eso sin contar el que nos ocupa y sus variaciones. Para ser sincero, la mayoría de los modelos me dejan indiferente, sobre todo porque muchos de ellos son relojes de cuarzo.

Sin embargo los Classic Automatic  y sobre todo este Rado Coupole Classic tienen un diseño de esfera excelente, muy atractivo. La caja es de 41 mm de diámetro, que es una medida perfecta para un reloj de vestir. Pero sin embargo la sensación de tamaño es mayor porque el bisel es prácticamente inexistente. Esto no es un defecto (o no lo es en este caso), porque al hacer más visible la esfera el porte de la pieza es más potente.

Cuando se mira la caja de perfil, además de notar el ancla grabada sobre la corona, se puede apreciar la forma redondeada de la caja. Ahí es donde el nombre de Coupole cobra sentido, porque en efecto parece una cúpula invertida. También se aprecia la discreta longitud de las asas, lo que ayuda a que el reloj se sujete mejor en muñecas pequeñas.

La altura de la caja es 11,7 mm. Eso significa que el reloj va a tener más que palabras con los puños de camisa de ajuste más exigente, pero en general se puede llevar sin problemas en el día a día. Desde luego, en mi caso, ya me ocuparía yo de llevar puños con más holgura. Quiere decirse que entre una camisa y este Rado, para mí la elección está clara.

Pero lo que hace al Rado Coupole Classic tan seductor es, por supuesto, su esfera. Y es que hablamos mucho de los avances tecnológicos de la casa, y está bien, pero deberíamos decir también que el que diseña últimamente las esferas de los modelos más singulares debería ser también acreditado como le corresponde. En este segmento de precio Rado hace cosas que incluso llamaría atrevidas. Solo hay que ver, por ejemplo, el Diamaster Grande Seconde (con fotos en vivo aquí). O mejor aún el HyperChrome Ultralight que vimos en este reportaje.

La decoración de la esfera es un guilloché Clous de Paris (clavos de París), una decoración clásica normalmente utilizada en relojes de mayor nivel. Como buena cúpula, la esfera está curvada hacia el exterior, un toque vintage que corresponde con los años 60, que es cuando surgieron los Coupole. En el borde se ha aplicado una decoración circular para romper la uniformidad y ofrecer contraste. Los índices aplicados de bastón y las agujas con forma de hoja -todos rodiados- acentúan el aspecto clásico del reloj.

Y sin embargo el reloj es perfectamente actual gracias al gran indicador de reserva de marcha (de 80 horas). Esta complicación le otorga un aire moderno y vivaz, pero sin perder la elegancia. La ventana de fecha, un mal necesario, está bien tratada, con un marco también rodiado. Por último, a las tres y por encima de Rado aparece el ancla, que gira con el movimiento. No tiene mayor utilidad que la estética, y como tal está muy bien.

El Rado Coupole Classic ostenta una reserva de marcha de 80 horas gracias al calibre ETA C07.671, que no es sino el ya conocido Powermatic 80. Está basado en el 2824-2 pero con una rebaja de la frecuencia a 3 hercios y el uso de un muelle real más fino, para conseguir tantas horas de aguante. Como siempre en Rado el rotor tiene forma de ancla y está decorado con Côtes de Genève.

El reloj se ata al pulso mediante una correa de cuero de buena calidad, con un grosor adecuado y buen tacto. Se asegura gracias a un cierre plegable muy bien resuelto, distinguido y que sobre todo no abulta, que es el problema que suelen tener estos cierres.

En definitiva, el Rado Coupole Classic es un reloj redondo (en la sexta acepción del diccionario, me refiero). Se lleva perfectamente en la muñeca, es elegante, distinto a los relojes de vestir habituales y de una construcción intachable. Su precio es de 1.650 euros y estará disponible a partir de agosto. Más información en Rado.es.