Tissot Seastar 1000 Powermatic 80. Fotos en vivo y precios
Una nueva interpretación de los relojes de buceo de la marca
Una de las colecciones más longevas de Tissot es la Seastar, que siempre ha gozado del favor de los aficionados y del cliente genérico por su forma sencilla pero a la vez llamativa de de ofrecer un reloj de buceo. Ahora llegan los Tissot Seastar 1000 Powermatic 80 para tratar de volver a seducirnos.
Viendo estos Tissot Seastar 1000 Powermatic 80 uno podría estar tentado de decir que qué tiene que ver un diver con Tissot. Sin embargo, la primera colección hermética de la casa debutó en 1938 con la colección Tissot Camping. La hermeticidad se consiguió gracias a una corona roscada que impedía la entrada de agua y -muy importante también- de polvo, además de una caja de acero y un cristal virtualmente irrompible. Los archivos guardados en Tissot del año 1938 contienen información sobre las pruebas de hermeticidad de sus relojes, llevadas a cabo en colaboración con el laboratorio suizo para la investigación relojera, que está en Neuchâtel, y señalan la cantidad de tiempo e investigación que les llevó el conseguir este sin duda adelanto importante.
En 1954 nació la colección Tissot Seastar, con modelos como el Tissot T12 de 1956 que garantizaba una hermeticidad de hasta 120 metros. Y tengamos en cuenta que el primer reloj de buceo, el Blancpain Fifty Fathoms, había aparecido sólo 3 años antes y su estanqueidad se limitaba a 90 metros. Unos años más tarde el Tissot Seastar presentaba una estructura monobloque más efectiva, sencilla y elegante. Los nuevos Seastar ostentan un límite de inmersión de 300 metros (1.000 pies, de ahí el nombre), que es casi el triple que los modelos originales.
Se han producido diversos cambios en los nuevos Tissot Seastar 1000 Powermatic 80 en comparación con la versión anterior. En primer lugar la pieza ha crecido un milímetro hasta los 43, mientras que la altura es de 14 mm. Aunque no es pequeño el reloj no tiene mayores problemas cuando se ata a la muñeca, y eso que en principio se podría pensar que iba a ser muy grande; pero no, es realmente cómodo de llevar. El reloj ha perdido la válvula de helio del lateral, pero a cambio ha ganado una carrura satinada y con una franja pulida a espejo que lo hace más elegante.
En 2014 Tissot introdujo en los Seastar el bisel cerámico, un gran avance por lo que supone de mejora en prestancia y sobre todo en durabilidad. Por supuesto en la versión de este año también está incluido, pero como los numerales e índices sólo están impresos -o eso parece- la lectura no es lo óptima que debería porque según cómo le dé la luz hay números que literalmente desaparecen.
Si nos fijamos en la esfera -que yo no puedo evitar que me recuerde al Diver Le Locle de Ulysse Nardin– veremos que tiene un extremo sobre el que se asienta el borde de los índices y que está pensado para dar más volumen a la esfera. La parte central tiene un tratamiento rayos de sol que se ve fundamentalmente en la versión azul, más que en la negra. El reloj incluye una ventana de fecha redonda y discreta a las 6 horas. Tanto los índices como las manecillas están tratadas con Super-LumiNova azul. También lo está el punto sobre el dial y el segundero, aunque para mí éste se beneficiaría de un tamaño mayor.
Como ya es habitual en Tissot, porque al fin y al cabo fue un desarrollo que presentó la casa en exclusiva hace unos 6 años ya, los Seastar equipan el calibre Powermatic 80, que tiene 80 horas de reserva de marcha gracias a la reducción de la frecuencia del volante. El calibre se ve a través del cristal de zafiro posterior.
Como decía antes el reloj se lleva bien en la muñeca. Está disponible con un brazalete de acero o una correa de caucho. Cuando hablamos de los Tissot Swissmatic decía que el brazalete no merecía la pena porque era muy debilucho. Esto no pasa con el Seastar, que lleva uno con buen tacto y construcción. Al fin y al cabo el reloj va a estar -por lo menos en potencia- en un ambiente mucho más hostil con los materiales y necesita poder aguantarlo.
Aunque hay varias versiones, los precios de los Tissot Seastar 1000 Powermatic 80 simplemente cambian de 695 euros para la correa de caucho a 720 euros para la versión con brazalete. Pero mucho más exigente que las profundidades va a ser el mercado en el que se muevan estos relojes, porque está lleno de modelos que al final acaban luchando por el precio. Sin salirnos del Grupo Swatch el otro día publiqué un artículo sobre el nuevo Certina Sea Turtle, con un precio de 795 euros; es un precio más alto, pero el Certina está certificado como reloj de buceo. Pero para gustos los colores, y seguro que este Seastar va a ser popular. Más información en Tissot.es.