El Jaeger-LeCoultre Polaris Geographic WT Boutique Edition en vivo
Doble complicación geográfica y acabados impecables para este trotamundos
Ya está disponible el nuevo Jaeger-LeCoultre Polaris Geographic WT Boutique Edition, una nueva variación de la colección Polaris que fue presentada por la manufactura en el SIHH 2018. Este reloj mundial fue anunciado en mayo, pero es ahora cuando por fin llega a las boutiques de la marca. Y esa es la única pega que le voy a poner al reloj: una vez más la distancia entre el momento de presentarlo y el de venderlo es muy grande, lo que perjudica a un solo contendiente del juego comercial: la propia marca. Pero así es esto, y no resta ni un ápice de los méritos de este reloj, así que vamos a verlos.
La colección Polaris ha sido la apuesta de Jaeger-LeCoultre para atraer un público más joven que sabe apreciar los buenos relojes; sin duda también los de las marcas más tradicionales, pero que no quieren llevar el mismo que su abuelo, o incluso que su padre. Pero no se conforman con «un reloj». Están acostumbrados a exigir mucha calidad en todo lo que compran, así que las casas se han de esforzar en ofrecer lo mejor que tienen desde los modelos más básicos. Y todo ello entre una batalla de precios en un mercado que no tiene la alegría de hace años.
Esos presupuestos estaban detrás de la colección Master Control que vimos en vivo, y la de esta nueva colección Polaris, que ha mejorado sustancialmente su predecesora. Es también la idea de los Vacheron Constantin Fiftsix que vimos extensamente aquí, aunque estos tienen un posición distinta debido a su alto precio. Este Jaeger-LeCoultre Polaris Geographic WT propone una complicación clásica cada vez más útil en el mundo globalizado en que vivimos, pero con un aspecto mucho más moderno de lo que estamos acostumbrados. Los propios Master Control ya tenían un reloj mundial con una estética muy «suave» por así decir, y el excelente Geophysic Universal Time -aquí en vivo-, tenía un acercamiento más cercano a la idea que tenemos en la cabeza de un horas universales.
Sin embargo el Jaeger-LeCoultre Polaris Geographic WT tiene una presencia mucho más potente, más moderna que los ya nombrados. Para empezar la caja mide 42 mm de diámetro y 11,54 mm de altura. Unas dimensiones así son, por un lado, un loable ejercicio de contención porque meter todo lo que lleva el reloj en esa altura necesita de sapiencia relojera. Pero por otro son unas hechuras que no va a pasar desapercibidas, ni quieren hacerlo tampoco. Y eso se nota también en la decoración: sólo el escaso bisel está pulido mientras que el resto está satinado, lo que refuerza su aspecto utilitario.
Además necesita de espacio porque hay mucha información que mostrar: Para empezar está el clásico anillo de las ciudades para significar los 24 husos horarios, que se alinean a partir de la flecha roja a las 6 horas. Las zonas que tienen horario de verano están señaladas con un pequeño asterisco. A continuación aparece el disco de 24 horas en el que las horas diurnas aparecen en negro con un fondo blanco, que se invierte para señalar la noche. Los dos segmentos comienzan y acaban en un pequeño sol y luna. Todo se maneja con la corona situada a las 10 horas, y se mueve, atención, junto con la hora en la subesfera de las 6. Así es: la hora local se lee en pequeño, ya que las manecillas grandes siempre señalan la hora en origen, algo que puede confundir al principio.
Como ya hay un disco de 24 horas se libera espacio en la esfera, que pasa a estar ocupado, entre las 9 y las 11 por un abanico de reserva de marcha. Enfrente se acomoda la fecha. Todo ello sobre una textura rugosa que además está pintada en una gradación de azul, más claro en el centro y casi negro en el extremo. La sensación final es elegante y vistosa a la vez.
La manecillas son grandes y sólidas, lo mismo que los índices y numerales. Si quieres una esfera con mucha información pero que se lea bien, pídesela a Jaeger. Nunca falla, y en este Jaeger-LeCoultre Polaris Geographic WT tampoco. Además están impregnados con Super-LumiNova, para que no haya problemas nocturnos.
Si damos la vuelta al reloj -por cierto: es hermético hasta 100 metros, lo que me parece inesperado y fantástico a partes iguales-. Decía que si le damos la vuelta vamos a ver el calibre automático 936A/1, un viejo conocido de la casa muy bregado en estas batallas, con su frecuencia de 4 hercios y 43 horas de reserva de marcha. La decoración es, como siempre, muy buena: perlado en la platina, Côtes de Genève, tornillos azulados y un rotor antracita con un aspecto muy dinámico.
Y en la muñeca gana aún más el reloj, porque queda moderno, potente y destila calidad, aumentada por el color azul de la esfera y avalada por el test de 1.000 horas al que JLC somete a sus relojes. Como ya indicaba el título del artículo, el Jaeger-LeCoultre Polaris Geographic WT es una edición limitada y numerada a 250 unidades. Sé que las dos que han llegado a la boutique de Madrid se han vendido sin que les haya dado tiempo a calentar la vitrina, así que mejor reservar pronto. Tiene un precio de 14.100 euros y hay más información en Jaeger-LeCoultre.es.