El Tudor Black Bay Fifty-Eight «Navy Blue» en vídeo y con fotos en vivo
Sin duda se va a convertir en un gran éxito. Otro más de la casa, que analizamos en vídeo
Había mucho interés en saber si los rumores eran ciertos. Durante días había circulado por internet el rumor de que íbamos a tener un Fifty-Eight como el Black Bay azul que ya existe. Pero no. Tudor ha ido más allá para volver a sorprendernos (y seducirnos) a todos: el nuevo Tudor Black Bay Fifty-Eight «Navy Blue» no sólo tomó internet al asalto en cuanto salió, sino que, si el Fifty-Eight es el mayor éxito en ventas actual de Tudor, el Tudor Black Bay Fifty-Eight «Navy Blue» está destinado a ser el superventas de la casa, sin discusión.
PASADO MILITAR
Uno de los orgullos de Tudor -y con razón- es la base histórica de todos sus Black Bay. Sería sencillo sacar casi cualquier cosa bajo el paraguas Black Bay porque el reloj es tan exitoso que lo admitiría. Pero eso traicionaría el espíritu que ha guiado a la marca desde la aparición del primer Black Bay en 2012. Eso mismo ocurre con el Tudor Black Bay Fifty-Eight «Navy Blue», para el que su diseñador, el español Ander Ugarte, se fijó en los relojes de la Marina Francesa.
En 1969 Tudor presentó un reloj de submarinismo con esfera y bisel azules, que es el que aparece a la izquierda en la foto de arriba, y cuya esfera recuerda a la que ostenta el Pelagos, el otro gran buzo que vimos con fotos en vivo. El azul no tardó en utilizarse en los demás relojes deportivos de la colección, con lo que se creó de forma inmediata un distintivo estético duradero conocido como «azul Tudor». Estos colores, adoptados por la Marina francesa para sus relojes de submarinismo durante la década de 1970, pasaron a formar parte del ADN de la casa.
El Black Bay Fifty-Eight «Navy Blue» perpetúa esta tradición con su bisel y esfera en azul marino, y le sienta tan bien que parece su color natural, más que el negro.
NUEVA CARA, MISMAS ESPECIFICACIONES
Desde que apareció el Fifty-Eight se convirtió en el favorito de todo el mundo, porque combinaba la deportividad del Black Bay con un tamaño menor -39 mm de diámetro y 12 mm de altura- lo que le convierte en un reloj muy versátil porque puede acompañar al puño de una camisa de vestir sin ningún problema, pero todo lo que lo hace tan único sigue estando ahí. La caja de acero tiene las superficies frontales satinadas y el lateral pulido, con un canto biselado y pulido que la recorre de una asa a otra para suavizar su aspecto de reloj instrumento.
El cristal tiene forma abombada como los originales, pero es de zafiro y no de Plexiglás, algo que se agradece en un reloj que te pones todos los días. El bisel es de aluminio anodizado, como es tradición, con los numerales e índices en color plateado y mantiene la gran corona con la rosa Tudor grabada.
La esfera mantiene los índices y manecillas del modelo, en este caso con un borde plateado que limita el relleno de material luminiscente blanco, que en la oscuridad se ve de un potente verde.
Se mantienen los textos que indican la hermeticidad (de hasta 200 metros) y que el reloj tiene la certificación COSC. Es mucho texto, para la verdad es que queda bien proporcionado porque el texto está bien centrado, y se equilibra con el escudo, el nombre y el origen de la casa.
CALIBRE MT5402
Tudor no reutiliza los calibres, sino que los modifica para adaptarse a la caja que va a ocupar. De esta manera no utiliza espaciadores o suplementos de ningún tipo, lo que mejora su resistencia ante los impactos. Especialmente porque se reafirma con un puente del volante transversal de gran tamaño y con dos puntos de fijación. El calibre MT5402 de manufactura presente en el Tudor Black Bay Fifty-Eight «Navy Blue», ofrece funciones de horas, minutos y segundos. Su acabado es típico de los calibres de la casa. El rotor troquelado en tungsteno monobloque está satinado con detalles pulidos a chorro de arena, mientras que los puentes y la placa alternan superficies pulidas a chorro de arena y decoraciones láser.
Junto con su espiral de silicio amagnético, el calibre MT5402 cuenta con la certificación de cronómetro por Control Oficial Suizo de Cronógrafos (COSC) y su rendimiento supera los estándares marcados por este instituto independiente. De hecho, aunque el COSC permite una variación media en el índice de funcionamiento diario del movimiento de un reloj de entre -4 y +6 segundos en relación con el tiempo absoluto en un único movimiento, TUDOR aplica una tolerancia de entre -2 y +4 segundos en su marcha diurna cuando el reloj está completamente ensamblado.
Además el reloj tiene una reserva de marcha de 70 horas, perfecto para dejarlo descansar el fin de semana y que, cuando lo vuelvas a poner en la muñeca, el cronómetro siga funcionando sin necesitar una puesta en hora.
GARANTÍA EXTENDIDA
El Tudor Black Bay Fifty-Eight «Navy Blue» disfruta de una garantía de cinco años. Para disfrutar de esta garantía, que es transferible, no es necesario registrar el reloj ni someterlo a ningún mantenimiento, que además sólo hay que realizarlo cada diez años aproximadamente. Así de confiada está Tudor de la fiabilidad del reloj.
DIEZ AÑOS DE CORREAS TUDOR
El azul marino es también el color que predomina en la correa del Tudor Black Bay Fifty-Eight «Navy Blue». La correa de tejido es uno de los rasgos distintivos de Tudor, que, en 2010, fue una de las primeras marcas de relojes en ofrecerlas con sus productos. Esta correa, que la empresa de Julien-Faure elabora en telares de Jacquard del siglo XIX en la región francesa de Saint-Étienne, ofrece una calidad de fabricación y una comodidad extraordinarias. Al contrario de lo que es habitual, las correas no son tejidos estampados, sino que cada color es un hilo distinto. Y hay tantos hilos en cada correa que el tacto es mucho más resistente y agradable a la muñeca que las NATO habituales.
En 2020, Tudor y Julien Faure, una empresa familiar con 150 años de tradición, celebran el décimo aniversario de una colaboración que se inició justo antes del lanzamiento en 2010 del Heritage Chrono, el primer modelo de la marca con correa de tejido elaborada por un artesano.
PRECIO Y DISPONIBILIDAD
Algo muy poco habitual: el reloj ya está disponible en todas las tiendas. Además se presenta en tres opciones: la NATO Saint-Étienne, una correa de piel con un tacto como de franela (excelente, por cierto) y un brazalete metálico.
Hay que señalar que el cierre del pliegue se hace sobre dos pequeñas piezas de cerámica, lo que por un lado evita el roce del metal sobre el metal y por otro asegura un cierre perfecto.
El precio del Tudor Black Bay Fifty-Eight «Navy Blue» con la NATO es de 3.180 euros, que es el mismo que con la correa de piel. Si optamos por el brazalete, el precio sube a 3.470 euros. En resumen, el Tudor Black Bay Fifty-Eight «Navy Blue» tiene todos los elementos para convertirse en uno de los relojes del año, y superéxito permanente. Hay más información en Tudor.es.