«Pero ¿por qué has empezado ahora a escribir de Louis Erard?». Es algo que me han preguntado ya unas cuantas veces. La respuesta es sencilla: si antes la marca era de las muchas marcas que en Suiza intentan hacerse un huequecito siendo simplemente «una más», desde que llegó el diseñador Manuel Emch se está dedicando a ser una excelente alternativa a, digamos, Longines (sin comparar tamaños ni capacidad de producción, claro). Y lo hace ofreciendo no sólo buena calidad de construcción (algo que, afortunadamente, ya cumple prácticamente todo el mundo); también crea unos diseños originales y atractivos, y le da ese extra que siempre tienen las ediciones limitadas. Buen ejemplo son los dos relojes -por ahora- que aparecen en el micrositio que tenemos de la marca.

El Excellence Petite Seconde de esfera blanca (éste de aquí arriba) es un miembro de la colección estándar de la casa y, en muy opinión, un ejemplo de lo que LE puede ofrecer: un diseño limpio, atractivo y bien acabado, reforzado por esas manecillas azuladas que recuerdan a relojes de antaño. Ahora la esfera se tiñe de colores naturales y texturas mate para dar nombre al reloj que vemos aquí: el Excellence Petite Seconde Terracotta.

Según reza la nota de prensa del reloj, es una combinación de la calidez del sur y la suavidad de un sendero de Franches-Montagnes, cuna de los relojes Louis Erard. El Excellence Petite Seconde Terracotta está disponible en dos tamaños, la caja tradicional de 42 mm y otra de 39 mm, pensada para alcanzar muchas más muñecas.

El modelo está en consonancia con los materiales naturales utilizados en el tríptico Excellence, en particular el uso de la piedra, la aventurina, el lapislázuli y la malaquita en las esferas. Fue un trío que se presentó el verano pasado y que se vendió como pan caliente. Estos Excellence Petite Seconde Terracota no son de piedra, sino de tierra; pero no por ello menos atractivos. Una elección que recuerda a ciertas creaciones clásicas de los años 50, pero en una interpretación vintage muy contemporánea, que subraya una vez más la voluntad de Louis Erard de mezclar géneros y hacer accesible la alta relojería.

La esfera se llena de semitonos y matices. No hay ningún brillo, ninguna ráfaga de luz que rompa la armonía callada de una esfera monocromática que resalta así las sutilezas del diseño, contrastando el satinado circular del grano fino de las secciones del centro y de los minutos. Destaca el contador de segundos en caracol a las 6 horas.

Las manecillas están tratadas en gris antracita y pulidas. Los índices aplicados y los impresos, también en gris antracita.

Por dentro se mueve el calibre Sellita SW261-1, un movimiento de 4 hercios con una discreta reserva de marcha de 38 horas, pero más que conocido y probado. La decoración es simple, limitándose la personalización al logotipo sobre el rotor. No es la decoración del movimiento lo que impulsa a comprar un LE, desde luego. Todo ello es visible a través del cristal posterior.

El Excellence Petite Seconde Terracotta se completa con una correa de piel de becerro Baranil de color marrón oscuro. Con hebilla de acero inoxidable pulido y pasadores funcionales que permiten cambiar la correa rápidamente.

Es una producción limitada de aproximadamente 100 piezas al año por referencia, con un precio unitario de 1.950 francos suizos, pero el precio final dependerá del IVA de cada país. El reloj se puede comprar directamente en la tienda online de LouisErard.com.