Fotos en vivo y precios del Bulova Moon Watch
El otro reloj que estuvo en la Luna
Todos conocemos la historia de cómo el Speedmaster llegó a ser el único reloj aprobado por la NASA para los viajes espaciales. Sin embargo en el Apollo 15 de 1971 viajó un Bulova. Ahora la marca lo ha reeditado con el nombre de Bulova Moon Watch, así que vamos lo mucho que nos ofrece.
La historia del Bulova Moon Watch es como sigue: Cuando NASA quiso tener un reloj aprobado para los vuelos fuera de la Tierra reunió una serie de relojes a los que sometió a pruebas muy rigurosas, que sólo pasó el Omega Speedmaster (se puede leer de forma extensa en este artículo y vídeo). Eso no gustó mucho a mucha gente, especialmente porque Bulova era por aquel entonces una empresa exclusivamente americana (no suiza como Omega). Tampoco gustó a la propia Bulova, que siguió adelante tratando de conseguir un reloj que pudiera ser aprobado.
Unos cuatro meses antes del lanzamiento de la misión Apolo XV Bulova se puso en contacto con el astronauta Dave Scott y le pidió que probara su cronógrafo, a lo que él dijo que intentaría hacerlo en los distintos ensayos que se hacían previos al vuelo. Al final, con la preparación tan extensa que tenían las misiones, no pudo hacer lo prometido. Lo que sí hizo Dave Scott fue llevárselo en la misión real del Apolo XV por su cuenta (ya que no era un reloj aprobado por la NASA). Fue una decisión afortunada, porque durante la misión el cristal del Speedmaster se rompió y Dave Scott tuvo que usar su Bulova Chronograph, que aguantó todas las fases de la misión perfectamente.
Así que este Bulova Moon Watch que ahora estamos viendo tiene toda la legitimidad histórica. No es una imitación de otro reloj, no es un «homenaje», no está «inspirado en». Es una revisión auténtica. Y como tal, está francamente bien. Se puede argüir que el reloj se parece mucho al Omega Speedmaster, y es verdad, pero es que el reloj no tenía un diseño libre: tenía que cumplir los requerimientos de la NASA.
El reloj está fabricado en acero 316L (hipoalergénico) y tiene un diámetro de 45 mm, aunque en la muñeca parece un poco más pequeño. La carrura es de una sola pieza que se extiende hasta las asas, adoptando unas hechuras que pasarían a ser muy habituales en la década de los 70. Tiene unas formas curvadas muy agradables de ver y de sentir. Presenta toda la superficie cepillada excepto en la parte vertical del bisel, el frontal de los pulsadores y la corona. El conjunto, siendo plenamente deportivo, desde luego no carece de un cierto aire elegante. La hermeticidad, sin embargo, está limitada a 50 metros; cien hubiese sido ideal.
Los pulsadores del Bulova Moon Watch tienen una forma muy peculiar de gatillo, y resultan una de las características más atractivas del reloj. Se integran perfectamente en el perfil de la caja y son extraordinariamente cómodos de usar. Otra de las peculiaridades del reloj es el bisel vertical rematado por un cristal de zafiro que sobresale un milímetro por encima. Pero, al contrario que en los relojes de esa época (o en sus reediciones posteriores) el cristal es completamente plano para favorecer una lectura que de hecho es intachable.
Y es que la esfera es de una claridad encomiable, como por otro lado se esperaría de un reloj de la máxima exigencia instrumental. Tanto las manecillas como los índices están tratados con material luminiscente y su lectura es exacta gracias a unas manecillas con la longitud perfecta. Hay tres registros en disposición 3-6-9 que corresponden a la décima de segundo, pequeño segundero y contador de una hora del cronógrafo. Se completa con una ventana de fecha a las 4:30 que no existía en el reloj original, pero como se presenta con el fondo también en negro resulta discreta y sin embargo muy legible a la vez.
Por supuesto otra de las cosas que varían en este Bulova Moon Watch con respecto al original es el mecanismo que lo mueve, ya que ha pasado de ser mecánico a usar el cuarzo de alta frecuencia de Bulova. Es el mismo del que ya hablé en la entrada sobre los Bulova Curve (aquí están las fotos en vivo) y que es uno de los mejores cuarzos del mercado. Su alta frecuencia (solían ser conocidos como movimientos «UHF» (Ultra-High Frequency) permite una exactitud de unos diez segundos al año (en vez de al mes como los cuarzos comunes), medir la décima de segundo y, especialmente agradable, una trotadora de cronógrafo de movimiento continuo.
El movimiento no se ve, pero a cambio integra un fondo con una leyenda que hace referencia a la fecha de la misión y el lugar de alunizaje. El texto es sobrio, como corresponde a una inscripción conmemorativa, y el conjunto está muy bien resuelto.
El Bulova Moon Watch se presenta con dos opciones de sujeción: por una lado un conjunto de correa de cuero con un dibujo tipo racing años 60. Esta opción se entrega con una correa NATO como las utilizadas para sujetar el reloj por encima del traje espacial y una herramienta para hacer el cambio.
La otra opción es un brazalete de acero muy bien hecho y que se integra perfectamente con la caja del Bulova Moon Watch. Es mi opción preferida. El precio del reloj es de 575 Euros, un precio excelente para un reloj con peso histórico, muy bien hecho y con una tecnología puntera. Muy recomendable sin duda. Más información en Bulova.es.