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En la muñeca: nuevo Montblanc TimeWalker Manufacture Chronograph

El Montblanc TimeWalker Manufacture Chronograph se presenta con calibre de manufactura y todo lo bueno de lo clásico y lo moderno

Este pasado enero, en el SIHH 2017, Montblanc presentó la nueva reencarnación de los Timewalker. Tal como me dijo Davide Cerrato hace ya más de un año, la familia de Caminantes del Tiempo necesitaba una línea coherente que lo hiciera reconocible pero sobre todo consistente, porque cuando un producto empieza a dar bandazos pierde el apoyo del cliente de la marca porque no sabe a qué carta quedarse.

Uno de los Timewalkers presentados en enero de 2017

Los modelos que vimos eran un paso más que adecuado en la dirección correcta: un producto contemporáneo, atractivo y con personalidad. Pero con el nuevo Montblanc TimeWalker Manufacture Chronograph el salto es aún mayor. Y la primera diferencia la encontramos en el nombre, porque aparece la palabra «Manufactura».

En efecto, Montblanc ha desarrollado junto con ValFleurier el calibre MB 25.10. ValFleurier es una empresa que pertenece al Grupo Richemont y que produce decenas de miles de movimientos al año. Tiene la misión de crear movimientos para las marcas del grupo o de reutilizar los ya existentes para que sirvan para otras casas también del grupo. Según me contaron en la presentación el desarrollo fundamental ha sido el calibre base, sobre el que se ha acoplado un módulo de cronógrafo.

También me dijeron que es posible que se use ese mismo calibre base en otras marcas, lo que me parece una idea estupenda porque no tiene sentido que un grupo como el de Richemont esté usando Sellitas. Pero eso ya lo veremos. El caso es que el calibre MB 25.10, que es el que anima a este Montblanc TimeWalker Manufacture Chronograph, presenta un rotor monobloque hecho de tungsteno plateado en rodio y con forma de volante deportivo. Integra una rueda de pilares , embrague horizontal y mecanismo de parada, además de una reserva de marcha de 55 horas.  Además del rotor el calibre está bien decorado, con platina perlada y Côtes de Genève circulares.

La caja tiene un diámetro de 41 mm y está construida en acero satinado. El bisel ahora es cerámico (¡gracias Montblanc!) y de borde suave, no dentado como hasta ahora. Además lleva un taquímetro grabado. Pero el verdadero cambio está en la esfera: sobre un fondo de blanco roto se asientan tres subesferas en la disposición más habitual de 3-6-9. Los tres registros son iguales de tamaño y en negro, haciendo así del reloj un «Panda», una combinación de color que aún no he conocido a nadie a quien no guste.

El pequeño segundero a las 6 horas incluye el logotipo de Montblanc creado en guilloché. Los numerales e índices aplicados están satinados, lo que favorece la lectura. La trotadora del cronógrafo es roja y termina en punta de flecha; una alusión a Minerva, la manufactura histórica que ahora pertenece a Montblanc. Rojo es también el nombre del reloj y los pequeños bastones sobre los cuatro índices principales.  El conjunto equilbra muy bien el aspecto vintage con las prestaciones modernas.

La altura del reloj es notable: 15,20 mm, si bien el rebaje en las asas lo hace más ligero a la vista. En cualquier caso, mejor olvidarse de una negociación pacífica con los puños de la camisa. Se me ha olvidado decir que el reloj es hermético hasta los 100 metros, lo cual es una buena noticia. Pero mejor noticia aún es saber que, a pesar de sus medidas, el reloj se lleva muy cómodamente una vez puesto porque está muy bien equilibrado.

Estará disponible con un brazalete de acero o con la correa de rally que hemos visto en estas fotos. Y digo estará porque el Montblanc TimeWalker Manufacture Chronograph no va a llegar a las tiendas hasta septiembre de 2918, lo que me resulta inexplicable. Recordemos que hace poco el Grupo Richemont anunciaba que nombraba a Emmanuel Perrin como ayudante de Jérôme Lambert entre otras cosas para acercar demanda y producción. Tiene trabajo.

El Montblanc TimeWalker Manufacture Chronograph se anuncia con un precio de 4.990 euros en la versión con correa de cuero y de 5.290 euros en la versión de brazalete. Pero, como siempre, hay que tomar los precios sólo como referencia por ahora. Este reloj va a pegar fuerte en el mercado, seguro. Más información en Montblanc.es.