Blancpain Fifty Fathoms «Nageurs de combat». Fotos en vivo y precio
Un homenaje al cuerpo de élite que solicitó a Blancpain un reloj que ha acabado siendo un icono
Los grandes diseños no conocen la edad, y una prueba de ello es este Blancpain Fifty Fathoms «Nageurs de combat». Uno pensaría que, después de tantas vueltas a un reloj que apareció en 1953, el Fifty Fathoms habría consumido ya su magia y dejaría de ser atractivo. Pues no es así. Cada nuevo modelo es como la renovación de los votos nupciales, que no por conocidos dejan de emocionar.
En el caso del Blancpain Fifty Fathoms «Nageurs de combat», además, estamos hablando de una vuelta a los orígenes de este icono de Blancpain. En otro artículo ya hablé de por qué apareció el Fifty Fathoms, pero en este caso es necesario repetir la historia, si quiera de manera sucinta. El director de Blancpain, Jean-Jacques Fiechter, un apasionado del buceo, estaba buscando crear un reloj que pudiera acompañarle en su afición. Ocurrió que Robert Maloubier, capitán del escuadrón de los «Nadadores de Combate» (que eso es lo que significa Nageurs de Combat) de la marina francesa, tenía la misma necesidad. Tras haber probado varios relojes que no le satisficieron se enteró del proyecto de Blancpain, y se dirigió a la manufactura para ver si ellos podrían hacerle el reloj que necesitaban.
Juntos describieron cómo debería ser el reloj ideal para que los soldados de su unidad pudieran medir adecuadamente el tiempo de inmersión. El reloj tenía que ser visible en la oscuridad -incluido el segundero- y hermético hasta al menos cincuenta brazas náuticas (91 metros). Y, siguiendo las necesidades militares, Blancpain dio a luz al Fifty Fathoms, que sentaría las bases de los relojes de inmersión, incorporando además un movimiento automático y un bisel giratorio unidireccional. Además, en lo puramente comercial, fue gracias a ese encargo que Blancpain creó el icono que iba a representar a la empresa como ningún otro reloj. De ahí que el Blancpain Fifty Fathoms «Nageurs de combat» sea la manera que la casa tiene de agradecer el encargo.
La caja de acero satinado tiene un diámetro de 45 mm y una altura de 15,70 mm, así que no es un reloj pequeño en ningún caso (como no lo era el original), pero a decir verdad en la muñeca no lo parece, gracias a su bisel curvo y el dominante color negro. Su hermeticidad va mucho más allá de la original, porque está garantizada hasta los 300 metros.
El bisel es como el original, con un cristal de zafiro que lo protege del uso y le da ese aire tan retro (y tan bonito) que ya hemos visto en vivo en otro de mis modelos favoritos, el Barakuda (con el que comparte también la manecilla de segundos), o el Mil-Specs.
En la esfera del Blancpain Fifty Fathoms «Nageurs de combat» nos encontramos el detalle que revela el origen del reloj: un 7 de grandes dimensiones que se revela sólo cuando la luz incide de manera correcta. Este 7 hace referencia a la profundidad máxima (7 metros) a la que los buzos se pueden adentrar respirando oxígeno puro.
Ya sabemos que el oxígeno es fundamental para la vida, pero es también un poderoso oxidante que a más de 7 metros de profundidad se convierte en un elemento altamente tóxico. De ahí que los buzos utilicen una mezcla de gases.
Tanto índices como manecillas y bisel rezuman Super-LumiNova, así que la visión en la profundidad del mar es intachable (o cuando nos despertamos de la profundidad del sueño nocturno, que será su uso habitual).
Bajo la esfera del Blancpain Fifty Fathoms «Nageurs de combat» opera el calibre 1315, y lo hace a 4 hercios (28.800 alternancias a la hora). Integra 3 barriles en serie que se encargan de mantener el reloj funcionando durante 120 horas (5 días). El espiral es de silicio, y por tanto antimagnético y resistente a las vibraciones. Por cierto que el antimagnetismo fue otro de los requerimientos originales del grupo de combate.
En este caso no se ve porque la trasera está ocupada por la insignia del cuerpo de élite sobre un fondo graneado.
He dicho arriba que el reloj parece más pequeño, y de hecho en la muñeca se siente como si tuviera 42 mm, no 45. No recuerdo un Blancpain que no se lleve bien (salvo sin duda el X-Fathoms que vimos en vivo), y el Blancpain Fifty Fathoms «Nageurs de combat» añade sobriedad a su buen porte. Es una edición limitada a 300 unidades que ya se pueden intentar conseguir en las boutiques de la marca o en los punto de venta autorizados. Su precio es de 15.940 euros, y hay más información en Blancpain.com.