En vídeo: Jaeger-LeCoultre Polaris Mariner Memovox
Una actualización el modelo anterior con muchas mejoras
El Jaeger-LeCoultre Polaris Mariner Memovox es el segundo lanzamiento más importante de la manufactura en 2020. Es verdad que Jaeger-LeCoultre ha lanzado una nueva colección, los Master Control que presenté en vídeo. Pero -en mi opinión- esa colección va a tener un público objetivo más limitado que la colección Polaris porque sigue siendo una colección más tradicional, y relojes tradicionales Jaeger ya tiene muchos. Así que me parece que el efecto comercial va a estar muy diluido. Sin embargo, los Polaris -que, recordemos, se lanzaron en 2018- es una colección que sí aporta aires nuevos. Sobre todo de perfil deportivo, algo que toda marca necesita para conectar con nuevos clientes -preferiblemente más jóvenes, que es donde está el futuro de la relojería.
Recordemos que en 2018 se lanzó un Polaris Memovox, que vimos con fotos en vivo. Os recomiendo leer el artículo para tener también una idea de cuál es la historia de este modelo y cómo se convirtió en la respuesta de Jaeger a la moda de los relojes de buceo de los años 50 (y que nunca nos ha abandonado). Por supuesto ha habido numerosos Memovox. Aquí se puede ver -y oír- la última versión hasta ahora. Fue una edición de boutique que era una rara avis en la colección de Jaeger porque no se enmarcaba en ninguna familia. Estaba dentro de los Master, pero tampoco se parecía a ellos.
Ese problema se solucionó con la familia Polaris, que ofrecía un paraguas perfecto para un modelo que, si bien nació para avisar a tiempo de las reuniones o incluso cuando se acababa el pago del estacionamiento del vehículo, su supervivencia -y su verdadero sentido de ser- se lo debe al deporte acuático.
Con su inconfundible configuración de tres coronas, bisel giratorio interior y función de alarma, el Jaeger-LeCoultre Polaris Mariner Memovox rinde homenaje a los primeros relojes de buceo Memovox. caracterizados por una caja Super-Compressor, cuyo origen expliqué en este vídeo. La caja de acero mide 42 mm x 15,63 mm y la alarma se configura usando la corona a las 2 en punto girando el disco central, de modo que el puntero triangular se alinee con la hora de alarma deseada.
Ni la corona que da cuerda a la alarma -además de cambiar la fecha- ni la que cambia la hora y los minutos están roscadas, porque no lo necesitan: ya tienen sus propias juntas internas para mantener la estanqueidad. La corona central sí está roscada, simplemente para evitar que se pueda mover sin querer el bisel. Además, como medida de seguridad visual, tiene una marca naranja que indica que está sin roscar.
La esfera del Jaeger-LeCoultre Polaris Mariner Memovox mantiene el degradado en azul que ya vimos en vivo en el Polaris Mariner Date, y que resulta muchísimo más atractiva que la de los Polaris estándar. No sólo eso: si de por sí la esfera de los Polaris estaba muy bien realizada, llena de detalles y texturas diferentes, la sensación de calidad que transmite la actual es mucho mayor, porque el degradado la resalta aún más. Y los toques naranjas la dan un toque de viveza y deportividad que no tenían las anteriores, pero sin restar elegancia a un modelo que puede pasar el día en la oficina sin que nadie objete su presencia.
Por supuesto, tanto las manecillas como los índices están tratados con Super-LumiNova. La manecilla de minutos tiene un tratamiento distinto, en naranja, pero incomprensiblemente es mucho más débil que el resto (y eso que es muy importante a la hora de saber el tiempo de inmersión transcurrido). Y sin meterse en el agua: el común de los mortales va a mirar la hora no en el mar, sino en la cama por la noche, y todos queremos saber qué hora es con precisión. Es algo que tendrán que solventar en las siguientes ediciones.
La caja del Jaeger-LeCoultre Polaris Mariner Memovox tiene ahora un fondo de zafiro que permite ver el calibre automático 956 de JLC, un descendiente directo de los primeros calibres de alarma automática de la marca. Tener un fondo de caja abierto ha significado una revisión completa del sistema de alarma, porque los modelos anteriores de Memovox tenían el gong sobre el fondo de caja cerrado. Ahora es visible la acción del martillo que golpea el gong periférico en el costado de la caja –¡67 veces por segundo!– mientras emite su característico sonido de “campana de escuela”.
El rotor está esqueletado para proporcionar el mayor espacio de visión posible del mecanismo de golpe y los acabados en Côtes de Genève. El volante se mueve a cuatro hercios y la reserva de marcha es de 45 horas. Al igual que su compañero Mariner Date, el rotor es de tungsteno.
El reloj se entrega con un brazalete deportivo de acero integrado que está terminado con las mismas superficies cepilladas y pulidas que la caja, y que da una extraordinaria sensación de calidad. Además, el brazalete, en la parte en la que se une al doble cierre, tiene unos eslabones que se pueden escamotear o extender fácilmente -sin herramientas, quiero decir-, de manera que se pueden ganar hasta 5 cm, lo que resulta muy útil cuando se lleva el traje de neopreno o cuando cambian las estaciones y nuestra muñeca aumenta o disminuye su grosor.
Además de la alarma, la otra complicación del Jaeger-LeCoultre Polaris Mariner Memovox es el precio: 17.600 euros, que puede ser difícil de tragar y que obliga a ser muy fiel seguidor de la marca para comprarlo, porque hay otros relojes de buzo de lujo que cuestan menos. Pero claro, ninguno de ellos tiene una complicación como la de este Memovox. Desde luego el reloj parece lo que cuesta, pero ya veremos cómo responde el mercado. Más información en Jaeger-LeCoultre.es.