Longines Ultra-Chron Classic: la alta frecuencia, en vídeo
Una excelente reedición de un modelo histórico

En 1967, Longines marcó un antes y un después en la relojería con el lanzamiento del Ultra-Chron, el primer reloj de pulsera de producción estándar en adoptar un movimiento de alta frecuencia a 36.000 alternancias por hora.

Aquella innovación cristalizaba décadas de investigación en escapes más rápidos, iniciadas por la manufactura ya a finales del siglo XIX. El Ultra-Chron se convirtió así en un símbolo de precisión y ambición técnica.
Un año después el Ultra-Chron tuvo una evolución sorprendente: se convirtió en un reloj de buceo. De hecho, el primer reloj de buceo con un calibre de alta frecuencia. Longines lanzó una reedición fiel del modelo en 2022.
Ahora es el turno de este Ultra-Chron Classic, que recupera el modelo original de manera tan fiel que, a simple vista, cuesta distinguirlo. Su diseño redondo y equilibrado combina superficies satinadas y pulidas que acentúan su carácter atemporal.

Longines ofrece dos tamaños que amplían su versatilidad: una versión de 37 mm de diámetro con una altura contenida de 10,95 mm, ideal para muñecas que buscan proporción clásica.

Y una referencia más reciente de 40 mm (con la misma altura), pensada para quienes prefieren una presencia algo más contemporánea sin comprometer la elegancia del conjunto. La hermeticidad es de 50 metros, más que suficiente.

La esfera del Ultra-Chron Classic, curvada y en un elegante color gris acentuado por la decoración en rayos de sol, mantiene una estética limpia, con índices aplicados y manecillas bien definidas que garantizan legibilidad inmediata. Tanto unos como otros mantienen el relleno de laca negra del original, resultando así perfectamente visibles. A cambio, no hay Super-LumiNova.

Hay que destacar la ventana de fecha, trapezoidal y en relieve, que en esta reedición se ha situado más hacia el interior para dejar espacio al índice de las 3 horas, inexistente en el original. Se ha mantenido también el retículo, clásico en relojes que quieren subrayar su apuesta por la precisión.
Muy al contrario que la versión deportiva, este Classic apuesta por una pureza visual que subraya su vocación de reloj versátil y sobrio y que, de paso, resalta el buen diseño que fue hace ya casi 60 años.

En el interior del Ultra-Chron Classic late el calibre L836.5, un movimiento automático de alta frecuencia que mantiene la cadencia emblemática de 36.000 alternancias por hora. Esta velocidad reduce la influencia de perturbaciones externas y mejora la estabilidad de marcha, un principio ya fundamental en el Ultra-Chron original.

El uso de una espiral de silicio asegura resistencia a campos magnéticos y variaciones térmicas, mientras que la certificación independiente por TIMELAB confirma el rendimiento cronométrico de cada ejemplar. A pesar de las exigencias de la alta frecuencia, el movimiento ofrece una reserva de marcha de aproximadamente 52 horas.
El calibre está cubierto por una tapa bien realizada y acorde con el modelo histórico.

Aunque también está disponible con una correa de cocodrilo, lo verdaderamente interesante es el brazalete de acero inoxidable con múltiples eslabones: 19 mm de ancho para la versión de 37 mm y 21 mm para la de 40 mm. Está cepillado y pulido y representa a la perfección con el estilo vintage del reloj.

Añade, además, un práctico cierre desplegable con microajuste.

Como es habitual en Longines, los precios no varían con el tamaño. Los modelos con correa de cocodrilo cuestan 3.800 euros y los de brazalete cuestan 3.900 euros.
En un panorama repleto de reediciones, el Longines Ultra-Chron Classic destaca por su autenticidad mecánica y su propuesta estética madura. La disponibilidad en 37 mm y 40 mm amplía su atractivo sin diluir su esencia: un homenaje al legado de precisión de Longines.
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