Seiko es, sin duda ninguna, la mejor manufactura en cuanto a su oferta: lo tiene todo en todos los segmentos de precio y especialmente en uno especialmente competitivo: el de relojes mecánicos de menos de 400 euros. Y precisamente ahí por calidad y precio resulta clara ganadora.

Es curioso lo que pasa con Seiko: ofrece una relación calidad-precio inigualable en todos los nichos de precio y sin embargo a menudo se vuelve un argumento en su contra. Algunos piensan que por abarcar tanto mercado son menos fiables. O, mejor dicho, que su gama alta (los Grand Seiko –como éste-, no hablamos aquí de la sublime línea Credor) no puede ser tan buena como es si Seiko también tiene relojes de bajo precio.

Esto, creo yo, sólo puede decirlo alguien que no ha tenido los relojes en la mano (probablemente de ninguna de las gamas) y ha podido comprobar todo lo que ofrecen ni tampoco se ha parado a investigar qué es Seiko y qué hay detrás de su filosofía empresarial. Es verdad que parte de la culpa también la tiene la propia Seiko, cuyo marketing, por decirlo amablemente, es francamente mejorable. Baste como ejemplo que dos de los relojes que aparecen aquí -y todos son modelos de la fantástica boutique oficial de la marca en Madrid- no están en la web del fabricante, dentro de su colección. Pero es que hay una colección entera que ¡ni siquiera existe en su web! Vamos a hablar un poco de ella.

 

SEIKO 5

Los Seiko 5 son inmensamente famosos entre los aficionados a la marca porque ofrece un montón de referencias distintas con diseños a menudo inspirados en los años 60 y 70, lo que a ojos de hoy en día los hace enormemente atractivos, pero además añade una construcción excelente y movimientos mecánicos de manufactura. El origen de los Seiko 5 se remonta a 1963 con la introducción del Sportmatic 5. El nombre viene de sus 5 atributos principales:

– Movimiento mecánico automático

– Una única ventana con fecha y día

– Hermeticidad  (comenzó con 30 metros y ahora es de 100 metros)

– Corona remetida a las 4 (ahora sólo en los relojes con 38 mm de diámetro)

– Caja y brazalete de acero (ahora también con cuero o caucho)

Como los relojes debían ser válidos para todos los días y por tanto duraderos, los Seiko 5 integraban el Sistema Diashock, creado por Seiko para proteger el volante, mientras que el espiral se fabricaba en Diaflex, una aleación irrompible.  Otro de sus logros fue mostrar la fecha y el día en una misma ventana y en un mismo nivel, lo que resulta en una visibilidad mejorada y sobre todo en una gran sensación de calidad. Una de las características más conocidas de estos relojes es que el disco del día presenta dos idiomas, que varían  dependiendo del país en el que se venda.

Otro de los inventos de Seiko (de 1959) fue el «Magic Lever» o palanca mágica, un sistema por el cual el rotor va unido a dos paletas que mueven constantemente el rochete (la rueda que tira del árbol del barrilete y tensa el muelle real). De esta manera la carga del barrilete es mucho más efectiva (y de paso justificaba el no necesitar tener la corona más accesible). Las paletas van y vienen, tirando o empujando el rochete continuamente. Se entiende mejor con esta animación:

Es verdad que en puridad la patente de 1946 corresponde a Albert Pellaton (que trabajaba para IWC), pero su sistema era (es, porque IWC lo sigue usando) extraordinariamente complicado ya que cada paleta tiene un muelle individual, lo que hace que el ensamblaje (y el ajuste de tensiones posterior) sea muy complicado. En el caso de Seiko una sola pieza estampada incluye ambas paletas, que se tensionan mutuamente. Esta única pieza sustituye a ¡12! componentes del sistema Pellaton. Esa es la genialidad de Seiko. Otra de las ventajas de Seiko es que siempre (o prácticamente siempre) muestra sus calibres, por básicos que sean. Y eso sin comprometer la hermeticidad de 100 metros, para la que, por cierto, tampoco necesita una corona roscada.

Otra de las grandes ventajas que tiene Seiko en sus gamas bajas -que, como estamos viendo, son bajas sólo en el precio- es que en los índices y manecillas aplica profusamente Lumibrite, el pigmento luminiscente desarrollado en la manufactura. Sus características están como mínimo a la par de la mejor Super-LumiNova, pero lo que importa es la cantidad aplicada. En los Seiko esa cantidad es más que generosa de manera que los relojes son legibles desde que se va la luz hasta que vuelve al día siguiente. Y lo digo por experiencia propia.

Pero los precios y construcción excelentes no se limitan a la gama de Seiko 5, sino que llegan también a otras colecciones de la casa como la Presage, la Neo Classic o la Neo Sport, como estos de aquí abajo:

Como se puede ver hay un sabor para cada gusto. Es difícil no encontrar uno que quieras tener, porque la oferta tiene una amplitud que no se encuentra en ningún otro fabricante. Las cajas son siempre de 40 ó 41 mm de diámetro, lo que les da un porte moderno y es apto para todas la muñecas. Los relojes pueden tener cristal de zafiro o de Hesalite, correa de piel o brazalete de acero, índices, numerales arábigos o numerales romanos.

No quiero dejar de mencionar que por menos de 400 Euros también se puede tener un reloj de buceo como el que aparece aquí, completando de esta manera una oferta que abarca todas las necesidades. Como los precios de estos Seiko son tan asequibles es posible tener nuestra propia gama de relojes sin que haya que gastar una fortuna. Es, por tanto, una propuesta imbatible. Todos los relojes están disponibles en la boutique de Seiko en Madrid, y se puede encontrar más información en Seiko.es.