Louis Vuitton Tambour Twenty Chronograph 20º aniversario. Fotos en vivo y precio
El espíritu de la colección, en un reloj
Louis Vuitton está de celebración: su diseño relojero más preciado, el Tambour, cumple 20 años y la casa de lujo lo celebra con este Tambour Twenty Chronograph, que recoge la esencia más pura del espíritu de la colección. Pero, antes de analizarlo, vamos a ver su origen y evolución.
UN POCO DE HISTORIA
El primer reloj Tambour, lanzado en 2002, fue un GMT. Siendo una empresa -fundada en 1854- que adquirió su fama a partir de los baúles de viaje, tenía sentido comenzar la colección con un reloj de viaje. Se presentó con una esfera marrón brillante que no pasó desapercibida, y con una aguja GMT de color amarillo mostaza y una escala de 24 horas a juego. El esquema de color del Tambour GMT de 39,5 mm (ref. Q11310) era un guiño al icónico diseño Monogram de la marca, creado por el hijo de Louis Vuitton en 1896 y que ha mantenido su aspecto y nombre de manera ya eterna.
El diseño del Tambour se confió a un estudio de diseño parisino (BBDC – Berra Blanquer Design). El resultado fue una forma de caja singular e inédita que, efectivamente, parecía un tambor. Su inusual perfil acampanado, más ancho en la base que en la parte superior, incluía una amplia superficie, el lienzo perfecto para grabar las 12 letras del nombre «Louis Vuitton», alineadas con los marcadores horarios de la esfera. Es una característica que define el producto y que se ha mantenido hasta este Tambour Twenty Chronograph 20 Aniversario que vemos hoy.
Fabricado a partir de un único bloque de metal, la altura de la caja dejaba espacio para todo tipo de complicaciones. Prácticamente todas las superficies de la caja del Tambour estaban decoradas con algún tipo de marca, como el logotipo en la corona, los motivos del lienzo Monogram en el fondo de la caja, el nombre de la marca en la hebilla y, obviamente, la esfera.
Un año después de su debut, el Tambour regresó con una complicación de cronógrafo de alta frecuencia certificada como cronómetro por el laboratorio COSC, un modelo que tiene una relación directa con el Tambour Twenty que hoy nos ocupa. Conocido como el Tambour LV 277, el modelo aprovechó las sinergias del grupo LVMH y alimentó su cronógrafo con el famoso calibre de alta frecuencia El Primero de Zenith.
En 2005 aparece otro modelo destinado a extenderse en el tiempo: el Tambour Diving que, en su versión de 2021, ganó el premio al mejor reloj de buceo y que vimos en este vídeo.
En 2008 la casa lanza el Tambour Chronograph LV Cup, un cronógrafo flyback con cuenta atrás de 5 minutos, especialmente creado para las regatas (la LV Cup era una de ellas). Al año siguiente aparece el Orientation, que incluye una brújula que siempre mira al norte (claro) con independencia del hemisferio en el que se encuentre, y además señala la hora solar.
En 2009 aparece otro modelo que marca historia en la casa: el Louis Vuitton Tambour Spin Time. Su calibre automático LV119 con función Spin Time y GMT, desarrollado y patentado por La Fabrique du Temps, reinventó el concepto de los relojes con horas saltantes, sustituyendo los índices por cubos giratorios.
Para saber cómo funciona una complicación tan atractiva y singular, se puede ver el vídeo en el que explico la última versión.
Sólo dos años después, en 2011, Louis Vuitton reforzó su apuesta relojera al adquirir La Fabrique du Temps, un fabricante de movimientos creado por los maestros relojeros Michel Navas y Enrico Barbasini. Para marcar su compromiso con la relojería creativa de alta gama, la marca presentó el complejo Tambour Minute Repeater, una fascinante complicación GMT que daba, a voluntad, la hora de referencia (la de casa) del usuario en lugar de la hora local.
Tenía también indicador de día y noche -como es habitual- y una nada habitual reserva de marcha de 100 horas.
En 2012 Louis Vuitton adquirió Lemans Cadrans, un reputado fabricante de esferas, buscando así la máxima independencia. Al año siguiente lanza el Tambour Twin Chrono, que contiene el primer calibre cronógrafo monopulsador y split seconds, presentado con esfera diferencial. Todo ello en una caja de 45,5 mm de diámetro con una esfera esmaltada Grand Feu. Esta innovación fue creada especialmente para el 30º aniversario de la Copa Louis Vuitton.
Desde 2014 hasta hoy, la casa ha lanzado 5 modelos con tourbillon volante: en 2014, el llamado Evolution (que coincidió con la apertura del taller de La Fabrique du Temps en Meyrin) y, en 2016, el Slim Flying Tourbillon.
En 2017 lanza el Tambour Moon Flying Tourbillon Poinçon de Genève, el prestigioso sello de calidad. En 2018 aparece el Tambour Moon Mystérieuse Flying Tourbillon, y en 2020 el Curve Flying Tourbillon, también con el sello genovés, además de una caja hecha de carbono.
En 2021 lanza el ya mencionado Tambour Street Diver, además del Tambour Carpe Diem, una verdadera obra de arte, con su caja de oro rosa de 46,8 mm de diámetro. Este reloj es una clase magistral de savoir-faire relojero y de diseño excepcional. Recibió el Premio a la Audacia en el Gran Premio de Relojería de Ginebra de 2021 (aquí, en vídeo). Con una estética única, combina un mecanismo con 4 animaciones con horas saltantes, minutos retrógrados y un indicador de reserva de marcha. Su calibre manual LV525, desarrollado por La Fabrique du Temps, ha sido objeto de varias solicitudes de patente.
Por último, en 2022 lanzó el Tambour Horizon Light Up, la última versión de su smart watch, que vimos en vídeo y que está permanentemente agotado.
Por eso, cuando alguien duda de la categoría relojera de la casa sólo porque es uno de los puntales de la moda, a mí me da la risa floja.
LOUIS VUITTON TAMBOUR TWENTY
Sin embargo, aunque el peso relojero de La Fabrique Du Temps es incuestionable, el Tambour Twenty Chronograph no lleva un calibre de manufactura, sino una adaptación del calibre de alta frecuencia El Primero. Pero recordemos que ese era el calibre que llevaba el primer Tambour, y este reloj es un homenaje.
La caja de acero inoxidable pulido y brillante -que por supuesto mantiene la forma que recuerda al tambor japonés taiko- mide 41,5 mm de ancho y 13,2 mm de alto, y presenta las 12 letras del nombre de Louis Vuitton grabadas en la carrura, que, como ya he dicho, coinciden con la posición de los marcadores de hora en la esfera. Al igual que el primer cronógrafo Tambour, dos pulsadores de cronógrafo rectangulares y redondeados flanquean la corona octogonal, y la caja es hermética hasta los 100 metros.
A diferencia del cronógrafo de 2003, las tres subesferas no están dispuestas dentro de un círculo y el reborde inclinado es de color marrón, a juego con la esfera. La esfera, cepillada con patrón de rayos de sol, es de un marrón clásico de Louis Vuitton, con agujas de cronógrafo amarillas en contraste, un guiño al hilo amarillo utilizado históricamente en los artículos de cuero elaborados de la marca.
Los grandes numerales arábigos plateados aplicados a las 12, 2, 4, 6, 8 y 10 horas y los marcadores de bastón, acortados a las 3 y 9 horas para acomodar las subesferas, destacan sobre el cálido fondo marrón.
Las dos subesferas para los segundos en marcha a las 9 y los tiempos transcurridos de 30 minutos a las 3 tienen el interior negro y decorado en círculos, con marcas blancas claras a juego con la pista de segundos periférica calibrada a 1/10 de segundo. El contador de 12 horas del cronógrafo está resaltado en amarillo justo encima de las 6 horas, y su mitad inferior está formada por la inscripción curva «Twenty».
Las agujas de las horas y los minutos, de tipo bastón, tienen las puntas romas y una franja de Super-LumiNova, mientras que el largo segundero central del cronógrafo, con su contrapeso en forma de rombo, y las agujas del cronógrafo son de color amarillo brillante. La ventana de la fecha, situada entre las 4 y las 5 horas, tiene un fondo negro y números blancos.
CALIBRE LV 277, BASADO EN EL ZENITH EL PRIMERO
Al girar el reloj, se puede ver la parte metálica del fondo de la caja atornillada con la inscripción «Limited Edition 200 Pieces» y el cristal de zafiro sobre el movimiento. El calibre LV 227 es el que mueve este Tambour Twenty Chronograph, basado en el famoso movimiento de alta frecuencia El Primero de Zenith. Como tal, tiene una frecuencia de 36.000 alternancias a la hora (5 hercios), lo que le permite medir la décima de segundo. Está accionado por una rueda de pilares y tiene, además, 50 horas de reserva de marcha.
Louis Vuitton ha personalizado el calibre con un rotor de oro pulido y decorado con Côtes de Genève circulares, mientras que el logotipo de la marca está arenado, por lo que su tono mate contrasta con el resto de la pieza.
El Louis Vuitton Tambour Twenty Chronograph es una edición limitada a 200 piezas, con un precio comunicado de 17.800 dólares. El precio incluye una correa de aligátor y, sobre todo, una caja especial con la forma tradicional del baúl de la casa.
Por supuesto que se pueden conseguir relojes con El Primero más baratos, pero no son Louis Vuitton. Y además hay que darse mucha prisa si se quiere uno, por cierto. Más información en LouisVuitton.es.