Buscar

En la muñeca: Frederique Constant Classics Worldtimer Manufacture 10º Aniversario

Uno de los grandes éxitos de la casa, por su construcción y precio excelente

Los Frederique Constant Classics Worldtimer Manufacture
Los Frederique Constant Classics Worldtimer Manufacture

Parece mentira, pero uno de los mayores éxitos de Frederique Constant, su horas mundiales, cumple ya 10 años sin haber necesitado ningún cambio, salvo la incorporación de distintos colores en la esfera. Cuando apareció en 2012 el primer Frederique Constant Classics Worldtimer Manufacture, la casa estaba todavía bajo sospecha: cómo era posible que una pequeña marca nacida de la nada hubiera desarrollado una de las altas complicaciones y lo ofreciera a un precio que no tenía comparación alguna con lo que se solía pedir por un reloj así.

El tiempo se ha encargado de demostrar que la manufactura sí sabía hacer lo que decía que hacía y que, a pesar del precio, sus productos eran (son) fiables y duraderos. Esta doble edición limitada, en oro rosa y en acero, celebra su éxito.

En la muñeca: Frederique Constant Classics Worldtimer Manufacture de oro

El exterior del Frederique Constant Classics Worldtimer Manufacture permanece igual: la caja tiene un diámetro de 42 mm y una altura de 12,15 mm. En una altura en la que muchos relojes sólo tienen tres agujas y fecha, FC consigue integrar un Horas Mundiales. No está nada mal. Ambas cajas están totalmente pulidas, con cristales de zafiro y resistentes al agua hasta 30 metros.

Perfil del Frederique Constant Classics Worldtimer Manufacture de acero

Se llevan con una correa de aligátor azul marino con hebilla plegable. Uno de ellos es de acero inoxidable, con agujas y marcadores plateados. El otro está revestido de oro rosa de 18 quilates con elementos de la esfera a juego.

Frederique Constant Classics Worldtimer Manufacture de oro

La esfera del Frederique Constant Classics Worldtimer Manufacture representa un clásico mapamundi ejecutado en azul oceánico, mientras que las tierras se han plasmado en un gris discreto que contrasta muy bien. Todos los elementos de la esfera, agujas e índices aplicados, están rellenos de Super-LumiNova, lo que garantiza un gran contraste, incluso de noche.

Frederique Constant Classics Worldtimer Manufacture de acero

Las agujas centrales indican las horas, los minutos y los segundos; un disco blanco que muestra las 24 ciudades enmarca la esfera, mientras que el disco blanco y azul (para el día y la noche) indica la hora en cada huso horario. La fecha se indica mediante un pequeño contador a las 6 horas que flota sobre la esfera, que en mi opinión es demasiado grande porque bloquea mucha superficie horaria.

Detalle de la esfera del Frederique Constant Classics Worldtimer Manufacture de oro

El calibre FC-718 del Frederique Constant Classics Worldtimer Manufacture fue desarrollado pensando en la sencillez de uso, y sin duda lo consigue: todos los ajustes se hacen desde la corona, sin necesidad de pulsadores en la caja. La corona tiene tres posiciones: la primera da cuerda al reloj. La segunda ajusta la fecha (hacia arriba) y la ciudad de referencia (hacia abajo). La tercera ajusta la hora central, lo que permite realizar cambios sobre la marcha cuando se viaja.

Todo ello latiendo a cuatro hercios y con una reserva de marcha de 38 horas. El calibre es bastante sencillo, pero tiene decoración suficiente como para que merezca el cristal posterior.

Y luego están los precios, absolutamente insuperables: el Frederique Constant Classics Worldtimer Manufacture de acero cuesta 3.850 euros (1.888 unidades), mientras que la versión de oro tiene un precio de 16.995 euros (88 unidades; imagino que tanto 8 es un guiño al mercado chino). Como digo, insuperable. Los relojes ya están disponibles en la tienda en línea de la marca y en los distribuidores autorizados. Más información en FrederiqueConstant.es.

El Frederique Constant Classics Worldtimer Manufacture de acero, puesto
Así queda el Frederique Constant Classics Worldtimer Manufacture de oro